El derbi entre los dos equipos madrileños abría la undécima jornada de la Liga Santander. El gol de falta directa de Antoine Griezmann fue el único destello del francés, que estuvo plano como el equipo de Simeone. Los colchoneros volvieron a pinchar en Butarque, donde los últimos partidos se cuentan en empates. Los pepineros, cerrando líneas, realizaron un gran trabajo defensivo y dieron síntomas de seguir mejorando.
Butarque cambiaba la imagen de la Copa del Rey en una nueva jornada de Liga. Mientras el martes ante el Rayo, el tiempo atmosférico dejó huecos libres en el estadio, frente al equipo de Simeone, las bufandas y las voces de los pepineros se aunaron para llevar en volandas al equipo y perseguir la salida de los puestos de descenso. Así, el sol caía en Butarque, donde no cabía ni un alfiler para ver al Leganés.
Antes del pitido inicial, José Antonio Gallego, toda una institución en el Leganés, era el encargado de realizar el saque de honor. ‘Gego’, que es como se le conoce, es el abonado número dos del Leganés y lleva casi cincuenta años trabajando de utillero. El estadio le ha recibido entre aplausos a uno de los suyos, a uno de los muchos héroes que ha vivido al Lega en su piel y en silencio.
Esta Liga está muy apretada, las apuestas son cuestión de suerte y cualquier equipo es capaz de sumar 3 puntos. Pero al Atlético de Madrid se le resiste Butarque. Los del Cholo no acaban de dar con la tecla cuando salen del Wanda. Por su parte, el Leganés se hace fuerte en su casa, y demuestra un partido más que ni para «los grandes», pisar Leganés será un paseo. El partido tenía cara de empate y así terminó. Simeone seguirá en casa arrepintiéndose de los cambios. Entre Thomas y Vitolo se cocinó el empate de los locales, uno por realizar la falta indirecta y el otro por no defenderla. La acción fue aprovechada por Tarín, que golpeó al larguero y Carrillo, muy atento, metió la puntita para que el balón se colara en la red.
El gol del Atlético de Madrid fue obra de uno de los aspirantes para llevarse el Balón de Oro, Antoine Griezmann. Con su golpeo de falta puede sentarse al lado de los cracks mundiales, pero el «principito» estuvo desaparecido el resto del partido. El ‘7’ lo celebró con un abrazo a su técnico. Un gol que podría haber sido suficiente si no llega a ser por esos errores infantiles atrás. Aun así, el Lega se mostró en numerosos tramos del partido superior al Atlético de Madrid. A Pellegrino le salieron mejor los cambios que al Cholo.
Gelson, la gran novedad
Los dos equipos contaban con bajas importantes. Los rojiblancos echaron de menos a Koke. Con él el equipo puede jugar mejor o peor, pero sin él a sus compañeros les falta el capitán del barco. Con estas ausencias, llegaron las sorpresas en el once. Gelson Martins, que cuajó un buen partido entre semana en Copa intentó aprovechar la oportunidad que le concedió el míster. El jugador estuvo participativo, pero no llegaba a combinar con sus compañeros.
Pellegrino también tenía en cuenta la actuación en Copa y daba la titularidad a En-Nesyri, quien reflejó la intensidad de su equipo con una amarilla en la primera mitad. El Leganés generó varias ocasiones, dos de ellas llegaron desde las botas de Óscar. El joven centrocampista contó con dos faltas directas que acabaron con el mismo resultado. En los últimos minutos, Griezmann tuvo en sus botas el gol de la victoria, pero su disparo se fue por encima de la portería de Cuéllar.
Finalmente, el partido, intenso pero descafeinado, acabó en tablas. Un resultado que no satisface a ninguno, pero con el cual los de Pellegrino pueden seguir ganando confianza para salir del pozo. La semana que viene, una nueva oportunidad.
