OPINIÓN | Rodrigo Hernández ha sido uno de los pilares fundamentales del Atlético de Madrid durante esta temporada. Fue un fichaje que ilusionó y que ha dado de sí mismo todo lo que se esperaba. Rodri aspiraba a ser una leyenda del equipo, o, al menos, uno de nuestros grandes. Eso pensábamos todos, hasta que no han dejado de cesar los rumores y sus declaraciones no han dejado nada en claro.
«Mi situación mental es evidente. Estoy en la Selección, disfrutando de esta convocatoria y soy jugador del Atlético. No puedo decir más, estoy feliz aquí, es mi casa, es donde quise estar cuando firmé y tengo un contrato de varios años. Soy feliz, he crecido (…) He pedido espacio al club porque sé que están saliendo muchas cosas, soy joven y a veces la cabeza se te puede ir a cosas que no son lo importante».
Esto, entre otras cosas, fue lo que Rodri «adelantó» en El Partido de la Una, en Onda Madrid. «Adelantó», entrecomillado, porque lo único que hizo fue dejar bien claro que no tiene idea de qué hacer con su futuro.
Para Rodri, el Atlético es su casa. Y los atléticos dudamos… Si fuera su casa no se querría ir. Pero, ¿y nosotros?
Vivimos en nuestra casa, en nuestro hogar, para luego, si tenemos suerte, independizarnos.
Generalmente esto no significa que no estemos cómodos o que no nos sintamos queridos, simplemente decidimos marcar una etapa. Por un lado, podríamos entender que Rodri intente marcar otra etapa en su vida. Ya vivió antes una en el Villarreal y hace relativamente poco decidió volver a nuestras filas, en las que fue canterano.
A día de hoy se empeñan en que entendamos que el fútbol ha de separarse del sentimiento. Sin pasión, sin sentimiento de pertenencia, sin rabia, sin emotividad. Sólo profesionalidad, porque ellos no son hinchas, son profesionales. Y sí, puede que con algunos jugadores seamos capaz de ver que nunca sentirán lo mismo que nosotros, pero tampoco nos pueden vender esa idea.
No pueden, porque tenemos el ejemplo de Totti, cuyo sueño fue empezar y terminar en la Roma. Y así ha sido. Y aquí, en el Metropolitano hemos tenido y tenemos a muchos. Torres, Godín, Gabi o Koke han sido siempre la máxima expresión de la pasión y el sentimiento de los hinchas. La resignación, la alegría, los enfados…
Han sido la voz y la representación de los aficionados, tanto en el campo como en los vestuarios.
Asimismo, ¿cuál es nuestra voz respecto a Rodrigo?
Podríamos llegar a comprender que quiere adentrarse en una nueva aventura, claro. Eso no será lo que nos moleste, sino la forma que ha tenido de dejar la puerta entreabierta. Para mí, declarar que no sabe qué hará con su futuro es peor que admitir que no quiere estar aquí. O que piensa marcharse. Pero claro, es que igual se queda…
Como ya dijo Gabi,«jugar en el Atlético de Madrid no tiene que ser una obligación, sino un orgullo». Y si Rodrigo decide quedarse aquí, deberá verlo de esta manera, porque así lo queremos todos los atléticos. No podemos pedir que sean como nosotros, pero no queremos que se nos venda algo que no es.
Quiero que Rodrigo se quede por el gran futbolista que es, por lo que aporta al equipo y por poder ver todo lo que puede llegar a conseguir aquí. Sin embargo, quiero «que todos nuestros jugadores se quieran quedar, no que se queden», como bien dijo Torres el año pasado respecto a Griezmann.
Pero ellos no han sido los únicos. Koke no lo dijo por Rodrigo, pero habló en nombre de todos los atléticos y utilizó una frase universal para cualquier caso, inclusive este:
«Quien no quiera estar aquí, que lo diga y que se marche»
Quien quiera irse, que se vaya. Pero que sea claro, conciso y sincero. Hay muchos intereses que mueven las salidas de los jugadores, y no somos quiénes para juzgarlas. A pesar de que Rodrigo no zanja el tema de forma consistente, parece sincero. Es un chico joven y está labrando su futuro, no es extraño que pueda tener dudas.
Si decide irse, que le vaya muy bien y muchas gracias por su trabajo aquí.
Sin embargo… A día de hoy no sé qué excusa encontrar para ello. ¿Salario o trofeos?, ¿ganas de probar la Premier o cualquier otra liga? No lo sé, y probablemente tampoco nos cercioremos de ello. Lo que sí sé es que el Atleti es un equipo muy competitivo que se ha visto estancado en varias ocasiones, pero que no se rinde. Al igual que no nos rendimos nosotros.
Y, honestamente, deseo que Rodrigo tampoco lo haga y quiera seguir siendo partícipe del proyecto que intente planear Simeone para la temporada que viene. Pero el Atleti no puede vivir otro «Caso Griezmann» y el club debe exigirle, y cuanto antes, una decisión.
