El Atlético volvió a la senda del triunfo en un completo partido, en el que remontó el tanto inicial de Sergi Darder con los tantos de Correa y un Morata que ya lleva seis jornadas consecutivas viendo puerta
Simeone revolucionó por completo el once atlético: Saúl de lateral izquierdo pese a que Renan Lodi no registraba ningún problema físico; Herrera de titular en el doble pivote junto a Thomas; y Vitolo con libertad por el flanco izquierdo, recuperando la titularidad después de más de mes y medio sin formar en el once; y Hermoso, que se reencontraba con los que fueron sus compañeros. Pablo Machín, entrenador que nunca había perdido un partido contra el ‘Cholo’, se plantó en el Metropolitano necesitado de puntos (el Espanyol va decimonoveno en Liga), aunque con la inyección de moral que supuso para los suyos la paliza europea contra el Ludogorets.
El ímpetu de los menos habituales se hizo notar en los primeros compases del encuentro, en los que los colchoneros, espoleados por un incombustible Vitolo, llegaron con peligro en un par de ocasiones y forzaron los primeros córners del partido. De las botas del canario salió, también, la primera ocasión clara del partido, cuando tras una rápida pared, dejó sólo a Morata ante el portero, aunque el ariete (que está pasando por una de las mayores rachas goleadoras de su carrera), mandó el balón fuera después de intentar picar el balón por encima de Diego López. El Espanyol, esperando su momento en las contras y persiguiendo a los locales buscando errores en la circulación, tuvo en las botas de Wu Lei el 0-1.
Pese a que la presencia de Saúl en el lateral podía dar la sensación de ser un ‘parche’ ante las dudas del Cholo con Lodi, el Atlético volcó todo su juego ofensivo por ese extremo: Saúl subía, centraba, provocaba córner tras otro, y se le veía más cómodo en la posición de lo que cabía esperar. Vitolo, con ganas de convencer y volver a ser el que era, la pedía, la buscaba, y fue un auténtico dolor de cabeza para Javi López y Naldo.
Sin embargo, pese a que el Atlético controlaba el partido, el Espanyol golpeó primero. Un error en el pase de Thomas propició una recuperación de un atento Victor Sánchez, que terminó sirviendo a Sergi Darder, para que marcara su primer gol en Liga y pusiera por delante al club catalán.
El gol fue un jarro de agua fría para un Atlético que últimamente tiene serios problemas para encarar los primeros minutos de los encuentros. El conjunto de Machín, que ya se sentía seguro con sus tres centrales y su mediocampo plagado, no cambió nada a nivel táctico en los últimos minutos de la primera mitad. El Atlético, una vez más con todo en contra, intentaba mejorar algo la situación antes del descanso.
Y esa mejora llegó, porque como comprobó el Espanyol, lo que Thomas te da, Thomas te lo quita, y fue el centrocampista ghanés quien improvisó un pase excepcional a Morata, que, demasiado escorado, optó por un centro picado que superó a Diego López y que Correa se encargó de mandar a la red. Sin embargo, no es todo tan fácil, y como cada vez que se encuentran Gil Manzano y el Atlético, hubo polémica. El gol fue anulado por el línea por supuesto fuera de juego, y no fue hasta casi tres minutos después que el VAR concedió el tanto. Llegó el descanso, pero no pareció cambiar nada pues menos de tres minutos después de volver al verde, Gil Manzano volvió a recurrir al VAR durante casi cinco minutos, esta vez para discernir si había penalti sobre Felipe, aunque en este caso el resultado sonrió a los pericos.
Atlético de Madrid
En la segunda mitad el Atlético suele transformarse, y esta vez no fue menos. Desde la reanudación, el conjunto local se convirtió en una apisonadora que vivía en campo contrario. De una de estas combinaciones, en la que participaron Correa y Koke, Vitolo filtró un balón entre lineas a un Álvaro Morata que está de dulce, y que esta vez no fallaría en el uno contra uno. Son ya seis los goles del ariete madrileño en seis partidos, igualando la mejor racha de Antoine Griezmann conseguida la temporada anterior.
Los minutos se sucedieron con la sensación de que la diferencia entre ambos equipos era de más de un gol. Los de Machín, con muchísimos problemas para generar peligro; y el Atlético, tranquilo, defendiendo cómodo, y aprovechando las contras para crear ocasiones de gol. Los cambios se sucedieron en ambos equipos, pero no cambiaron el desarrollo del partido que ya encaraba sus minutos finales. Con el partido roto, y el Espanyol volcado en ataque, el Atlético de Madrid sentenció. Herrera, incansable, propició una recuperación de Koke que adelantó el balón a Diego Costa. El de Lagarto, mal colocado para buscar el tiro, puso el balón en el punto de penalti, donde Herrera dejó pasar para que Koke, completamente solo, definiera sin oposición y sentenciara el encuentro.
El Atlético se reencontró con la senda del triunfo, mientras que el Espanyol continúa en la cuerda floja tras un partido en el que, a excepción del gol de Darder, no consiguió generar sensación de peligro a los colchoneros.
