Barça B y Reus se citaban ayer en el Miniestadi de Barcelona dónde olía a final por la salvación. El Reus, salvado, era el rival perfecto para volver a la victoria.
Los primeros minutos de partido fueron de un dominio local absoluto. Presión intensa, recuperaciones rápidas y juego rápido del balón. Aleña tuvo la primera en un centro de palencia que no consiguió rematar. El Reus fue creciendo hasta que en una buena combinación llegó el gol de Máyor. El gol hizo mucho daño al filial que no supo reaccionar al mazazo. A partir de ese momento hasta el descanso, ambos equipos se alternaban la pelota sin peligro en las porterías.
Descanso
La segunda parte empezó como la primera, con el Barça B volcado. Los catalanes sabían que una derrota era el pasaporte al descenso. El entrenador hizo entrar a Marques, delantero del juvenil, para intentar girar la situación. Y fue él quien tuvo la mejor ocasión para el filial con un uno contra uno con Badia que mandó a las nubes. La segunda parte del Reus fue horrible, no dispuso del balón en ningún momento pero supo defenderse muy bien ante un filial impotente. La desesperación crecía y se notaba en los jugadores, cada vez más imprecisos. Los últimos diez minutos fueron un completo asedio pero sin ninguna recompensa. Badia sacaba una mano increible a Aleña y los centros de Palencia no encontraban rematador. Fue la viva imagen del Barça B esta temporada. Un equipo que juega bien, pero no tiene esa capacidad de acabar un partido.
Finalmente los puntos se fueron para Reus. No los necesitaban pero fueron merecidos por el gran esfuerzo defensivo. Partido muy serio de los visitantes que le dedicaron la victoria a su entrenador, operado del corazón.
Enhorabuena al Reus y ánimo al Barça B.