Ángel Correa sonó con fuerza para salir en el mercado estival del Atlético de Madrid. Sin embargo, las lesiones de Costa, Joao Félix y Vitolo. Unido al bajo rendimiento de Lemar le han abierto las puertas. Y el argentino ha respondido.
Situación en verano
La temporada 2018-2019 de Ángel Correa no había sido la mejor y aunque partía con ventaja sobre Vitolo y Lemar para tener un sitio en el once. El canario se lo acabó llevando, siempre y cuando las lesiones le respetaron. Por eso, ante la necesidad de fichar a un nueve que, hoy más que nunca, necesita el Atleti, el argentino estaba en todas las quinielas para salir del equipo colchonero.
El equipo que más interés mostró por su fichaje fue el Milan, un histórico en reconstrucción. Los rossoneri buscan recuperar su puesto hegemónico en el fútbol italiano y pensaron en Correa para acompañar a los Suso, Piatek, Castillejo… El plan era que el rosarino entrase en una triple operación orquestada por Jorge Mendes por la que Rodrigo, delantero del Valencia, iría al Atleti. Correa iría al Milan y André Silva al Eintrach de Frankfurt, para cubrir la marcha de Jovic al Madrid.
Finalmente la operación acabó en nada y Correa se quedó en el Atleti aunque en un segundo plano en el inicio de temporada.
Llegó la oportunidad
El argentino siempre ha sido del agrado de Simeone, aunque nunca ha jugado en su puesto natural, de segunda punta, siempre lo ha hecho pegado a un costado, el derecho. Por lo tanto, ante la falta de refuerzos en el ataque, sería uno de los recambios para los hombres de banda.
La idea de Simeone era jugar con el tridente: Morata-Costa-Félix en ataque. Sin embargo, primero el portugués con un esguince y posteriormente el hispano brasileño con una lesión cervical, empezaron a abrir huecos en la delantera colchonera. Al Cholo ya solo le quedaba tirar de Vitolo, que firmó un inicio de temporada espectacular, siendo el hombre más vertical y con más desborde del equipo y del citado «Angelito». Ya que Lemar, sigue con su ostracismo que le ha colocado en la puerta de salida para el mercado invernal.
Tras la lesión del canario e incluso ya jugando de manera complementaria, Correa volvió a demostrar que debe quedarse en el Atlético de Madrid pese al continuo cuestionamiento y escarnio público de parte de la afición que no le quiere.
Correa celebra su tanto ante el Betis./clubatléticodemadrid.com
Aportación goleadora, desequilibrio y asistencias
Para escribir este párrafo bien se podría poner música de tango de fondo, porque eso es el juego del argentino, baile y pasión. Capaz de regatear a su sombra sobre la línea de cal y hacer un roto a cualquier defensa con solo mirar el balón.
A este tipo de jugadores que encaran, que tienen desparpajo y que no se rinden nunca, en Argentina los llaman «potreros» y Angelito lo es. Cada vez que coge el balón cerca del área sabes que va a pasar algo, tiene esa cualidad de los grandes gambeteadores de sacar algo de donde parece que no hay nada, como en su asistencia a Morata ante el Betis.
Pero no se queda en algo anecdótico. Esta temporada lleva dos tantos, uno de ellos decisivo ante el Betis. También lleva cinco asistencias, siendo todas ellas de una importancia capital porque han permitido sumar puntos. Los defensores del Athletic todavía están maldiciendo al argentino bajito que desatascó ese partido trabado y que acabó con sus opciones de puntuar en el Metropolitano.
Solo el tiempo y los minutos que le de el Cholo nos dirán si Correa llega a su mejor nivel, el cual mostró en la temporada 2016-2017 cuando logró ocho tantos y once asistencias. Pero desde luego este Ángel se convierte en diablo cada vez que toca el balón y eso es lo que ahora mismo necesita el Atleti.
