El conjunto amarillo realizó un partido que tuvo muchos altibajos y que gracias a un golazo de Vallejo pudieron sacar un punto para continuar en la pelea por el ascenso.
Tarde apacible en Cádiz. La ilusión de los aficionados era palpable, que venían en busca de una nueva victoria de su equipo tras la derrota por uno a cero en el Martínez Valero, estadio del Elche.
Comenzaba el partido en la línea que todos esperaban, el equipo gaditano dominaba el partido y fueron apareciendo las primeras ocasiones, la más clara tras una internada del madrileño Alex Fernández que acababa en córner tras el rechace de un defensor.
Lazo, clave en la primera parte
El jugador cedido por el Getafe sería clave en la primera parte. Venía en forma tras los últimos partidos y Álvaro Cervera, técnico gaditano, lo sabía bien. Pero su plan no funcionó.
Tras veinte minutos de partido, el conjunto lucense comenzó a cogerle el ritmo al partido y jugaba con mucha valentía. Lazo creaba superioridad en el medio campo y generaba ocasiones de peligro para su equipo.
Monteagudo supo frenar a los extremos gaditanos, Salvi y Machís, que estuvieron ausentes durante toda la primera parte. El partido era muy táctico y cualquier cosa podía pasar en aquel encuentro.
Los últimos veinte minutos fueron de dominio por parte del conjunto gallego, que vieron en Espino, lateral izquierdo del Cádiz que debutaba por primera vez en el once amarillo, una debilidad defensiva por la banda izquierda y ahí comenzaron los problemas del Cádiz.
Avasallaron la banda y generaron gran cantidad de oportunidades. El Lugo dominaba el encuentro y los aficionados empezaron a hacerse notar, no les gustaba lo que estaban viendo.
Comienza la segunda parte en el Ramón de Carranza y el Cádiz espabila. Tras la entrada de Jairo en el campo, comenzó la conexión con Vallejo. Los dos jugadores salieron enchufados y el equipo lo notó.
Cervera, no conforme con el juego de su equipo, realiza todos sus cambios a media hora del final del encuentro, incorporando a Lekic en la delantera y realizando un cambio de sistema. No le gustaba como estaba transcurriendo el partido.
Y no era para menos, tres minutos después, el Lugo conseguiría adelantarse en el electrónico. Lazo, marcado de cerca por Correa, arrastró al lateral derecho hacia el medio campo, dejando la banda derecha vacía y Ruíz lo aprovechó. La puso rasa al área y, Manu Barreiro, con mucha sangre fría, define al palo corto de Cifuentes.
La obra de arte de Manu Vallejo
Llega el minuto sesenta y siete, el submarino amarillo se encontraba por detrás en el marcador y comenzaba a palparse el miedo de una nueva derrota, y lo que suponía la segunda consecutiva.
El extremo chiclanero recibía un balón en la banda, todo indicaba a un centro, pero aquí comenzaba la magia. Comenzó a encarar al defensor lucense, le lanzó un caño y, con poquísimo ángulo, manda un derechazo alto y directo a la escuadra de la portería de Juan Carlos que acaba entrando. La afición enloquecía con la obra de arte que acababa de ver del futuro jugador del Valencia.
Se produjo tras esto, un punto de inflexión en el partido. El Cádiz se lanzó a por el partido, estaba muy cómodo. Robaba balones en campo contrario y generaba mucho peligro.
Se mantuvo la misma línea en los últimos minutos, donde el Cádiz se volcaba a por el gol y el Lugo daba un paso atrás. No obstante, en el minuto 89´, Iriome perdonaba el uno a dos tras una gran jugada a la contra del equipo gallego.
En la última jugada del partido, se produjo la expulsión de Campabadal, una expulsión que valía un punto. Machís encaraba la portería y se quedaba solo ante Juan Carlos.
Tras este empate, el Cádiz se mantiene sexto con cuarenta y ocho puntos; mientras que el Lugo coge un poco de oxígeno y marca la línea de salvación con treinta y dos puntos.
