Valencia Basket vuelve a caer en tierras griegas ante un Panathinaikos que tuvo que darlo todo para poder cosechar una nueva victoria
La séptima jornada de la Euroleague ha enfrentado a Panathinaikos Opap Athenas contra el Valencia Basket en el mítico pabellón OAKA. El primer equipo en estrenar el electrónico fue el valenciano con una canasta de Louis Labeyrie asistida por Jordan Loyd. A continuación, los de Ponsarnau han recibido un parcial de 9-0 en el cual ha contribuido desde la pintura el alero Deshaun Thomas. Tras eso, Valencia ha sabido reponerse con dos triples consecutivos de Aaron Doornekamp y Quino Colom, una falta más adicional de Labeyrie y un increíble mate al contrataque de Loyd. Con esto el partido se puso 11-13 favorable al equipo visitante. Aunque tras esta remontada el conjunto de Pedoulakis consiguió anotar 15 puntos hasta el final del encuentro. Por lo contrario, Valencia Basket únicamente consiguió cinco puntos. Con este último parcial el electrónico mostraba una ventaja de ocho puntos para el conjunto griego (26-18).
El segundo cuarto comenzó con intercambio de canastas, que mostró la “pelea” de Dubljevic y de Papagiannis. Tras esto, los griegos pusieron la directa para anotar ocho puntos de forma consecutiva, obligando al técnico catalán a para el juego. Tras el tiempo muerto, ambos conjuntos salieron muy erróneos al parqué del OAKA. Aun así, Valencia fue capaz de anotar cinco puntos consecutivamente de la mano de Quino Colom. Mientras tanto Panathinaikos no fue capaz de anotar hasta que Nick Calathes se hizo con el control del partido, acelerando el ritmo de este. Doornekamp cerró el cuarto anotando desde la línea de 6.75m. Así, los griegos tenían una ventaja de diez puntos (45-35) para ir al descanso.
Comenzaba el tercer cuarto y Valencia Basket saltaba a la cancha con las pilas totalmente cargadas. El conjunto de la capital del Turia consiguió un parcial favorable de 8-2, forzando a Pedoulakis a parar el encuentro (47-43). Tras el tiempo muerto, el partido se convirtió en un intercambio de canastas. Uno de los bandos fue dirigido por el escolta estadounidense Jordan Loyd y el otro por el base greco-estadounidense Nick Calathes. Ambos fueron decisivos para el ataque de los conjuntos, Loyd en la anotación (16 puntos en el cuarto con 3/3 en T3) y Calathes con la dirección del juego. Al final del cuarto Valencia había conseguido anotar 29 puntos frente a los 23 del Panathinaikos. Con esta anotación el electrónico mostraba una ventaja de cuatro puntos, aun favorable para los griegos (68-64)
Al último cuarto el conjunto valenciano salía sin ideas, sin fluidez en ataque. Con esto y con un parcial encajado de 5-0, Ponsarnau se vio obligado pedir tiempo muerto. Tras este, el equipo se metió más en el partido, pero no consiguió dar ningún arreón ni de frenar al final. Con esta dinámica se sucedía la anotación en ambas canastas, manteniéndose la diferencia de nueve puntos conseguida por los griegos en este último tiempo. Al final del encuentro el marcador mostraba la victoria del equipo local (91-80).