Han sido muchos los que dejaron de confiar en él. Gran parte del mundo del baloncesto le dio la espalda. Pero él ha conseguido redimirse y volver a lo alto de la NBA.
Tras sus incontables lesiones y problemas físicos, estamos volviendo a ver brillar al base de los Timberwolves. Sin duda ha conseguido volver a tener un nivel prácticamente de All-Star, incluso saliendo desde el banquillo. Con 9 años de experiencia en la competición, su juego ha evolucionado, al igual que su madurez. Tras saber afrontar la situación por la que atravesaba y canalizar bien sus pensamientos, estamos viendo a otro jugador totalmente distinto. Este cambió que ha sufrido no ha sido solo en su juego, como ya he comentado, sino también en su mente. Una vez que se ha vuelto a encontrar consigo mismo, el baloncesto le ha salido solo.
La capacidad de ser un jugador fiable desde el perímetro, es un pilar en el nuevo Rose. Estando por encima del 45% de acierto en dichos tiros, esta haciendo algo totalmente inusual en su carrera hasta este año. Esto sumado a que hemos visto por momentos a ese joven de los Bulls cuando realiza algunas entradas. Es algo que ilusiona a cualquier amante del mejor deporte del mundo. Todas estas armas ofensivas que tiene ahora mismo en su juego, le esta permitiendo estar en la cifra de 19 puntos en cada actuación. Minnesota ha tenido la suerte de ser la ciudad que viva de primera mano esta resurrección de uno de los más explosivos y decisivos jugadores que ha visto la NBA en los últimos años.
Tras llevar ya más de una quinta parte de la temporada consumida. Para sorpresa de prácticamente todo el mundo, estamos viendo sonreír de nuevo a la Flor de Chicago. Podemos afirmar que lo que están viendo nuestros ojos no esta siendo un espejismo, ¡Derrick ha vuelto!.
