Tras la dominancia de los blancos en la primera parte, a los de Laso les tocó luchar hasta la bocina final tras la aparición de Labeyrie
La novena jornada de la Liga Endesa enfrentó en la capital del Turia a Valencia Basket y al Real Madrid. Así, el gallego, Alberto Abalde volvía por primera vez a Valencia tras fichar por el conjunto blanco.
Con el balón sobre el parqué de La Fonteta, Walter Tavares estrenó el marcador para los blancos. Los de Laso salieron a cancha con un juego muy fluido y sólido, aprovechándose de sus tiradores. Mientras en Valencia, Nikola Kalinic inauguró el marcador taronja, quienes no encontraban ocasiones para desarrollar su juego. El conjunto visitante lo lideraba en anotación Jaycee Carroll (12p), a la vez que encontraba apoyo en compañeros como Abalde. Por parte de los locales nadie estaba acertado y es que solamente Kalinic, Labeyrie y Prepeleic consiguieron anotar una única vez cada uno. Esto se reflejó en el marcador al final del primer cuarto con una ventaja blanca de 22 (6-28).
Ya en el segundo tiempo los de Ponsarnau salieron a pista con más intensidad. Así, consiguieron encontrar con más facilidad el aro rival, pero no lograban desplegar por completo su juego. Mientras, el Real Madrid seguía haciendo su juego, con un gran acierto desde más allá del arco (5/10 T3). En Valencia, Marinkovic jugaba a lo mismo que el equipo rival, y es que solo en el segundo cuarto, el serbio consiguió un 4/5 en triples (12p). Aún con el despertar de los taronja, la ventaja madridista aumentó hasta los 25 puntos (25-50).
Con el inicio de tercer cuarto, un par de decisiones arbitrales provocaron las protestas de Ponsarnau y fue eliminado por doble técnica. Esta acción hizo que el equipo sacase todo el carácter que en la primera parte no había mostrado. Así, consiguieron jugarle al equipo rival de tú a tú y convertir el partido en un intercambio de golpes. En este tiempo, Labeyrie empezó a destacar en la ofensiva de los suyos acompañado por Dubljevic. Así, Valencia Basket consiguió reducir su desventaja 15 puntos al final de tercer cuarto (55-70).
En el último tiempo, el Madrid presentó un juego con más complicaciones, con muchas pérdidas de balón y faltas en ataque. Esto lo supo aprovechar Labeyrie que se echó a su equipo a la espalda y acompañado por la anotación de Prepelic consiguió reducir la desventaja a tan solo seis puntos (71-77). Con esto, Pablo Laso se vio obligado a frenar el encuentro y dar el último empujón a los suyos para llevar el partido. Y así lo hizo, con un último parcial favorable de 7-10, los blancos se llevaron la victoria por una renta ocho puntos (78-86).