BMW Drive-In Fest ha sido el primer concierto organizado en España desde que comenzó el estado de alarma para controlar la pandemia generada por la covid-19.
Más de 400 personas acudieron el pasado miércoles al Autocine RACE de Madrid para disfrutar de la música en directo dentro de sus coches. Tres largos meses han pasado para volver a organizar un evento de este calibre, que se cancelaron días antes de dar inicio al estado de alarma el pasado 15 de marzo. Siguiendo todas las medidas de seguridad implantadas para poder celebrar este pequeño festival, los asistentes vivieron más de tres horas de concierto. El grupo asturiano Marlon, Rulo y la Contrabanda y el DJ madrileño Ed is Dead fueron los afortunados que inauguraron la vuelta a los conciertos.
La «pista» del primer concierto de la desescalada estuvo marcada por las ruedas en vez de los pies y el sonido de los cláxones sustituyó a los aplausos y silbidos, como era habitual hasta ahora. Unos 230 coches ocuparon el autocine para vivir la vuelta de la música, con el público viendo a los artistas a través de la luna delantera, sentados y con la radio encendida para escuchar mejor. Pero no todos lo vivieron así, ya que muchos aprovecharon los descapotables para adentrarse lo máximo posible en esta experiencia, y quienes no corrieron la misma suerte ni aguantaron encerrados decidieron sacar medio cuerpo por las ventanillas.
La situación actual ha derivado en ideas impensables, pero seguras, para no dejar la música de lado. No hay nada más raro que permanecer en tu coche durante un concierto, sin poder levantarte para bailar en cualquier momento y sin el calor de aquellos que también han ido a disfrutar del directo. La ausencia del contacto y el ruido que genera el gentío da la sensación de que el concierto está vacío, pero nada más allá de la realidad.
Las entradas del BMW Drive-In Fest, cuyo coste íntegro fue donado al Banco de Alimentos, se vendieron en menos de una hora, logrando el sold out esperado. La vuelta a los conciertos ya está aquí y, aunque haya menos público por seguridad, este no va a faltar.
El autocine de Madrid va a la cabeza en la cultura de la «nueva normalidad». Fue el primer lugar de la comunidad autónoma donde se proyectaron películas -los cines tradicionales no podían abrir hasta entrar en la fase 2- y también ha sido el primer espacio en acoger un concierto ya que, al ser al aire libre, es más fácil seguir las normas impuestas por la presencia del coronavirus.
