Pablo Lesuit acaba de publicar Belorizonte, un disco que llega tras dos años de creación en Latinoamérica y que ya ha testado en varios conciertos.
Belorizonte es el segundo álbum de Pablo Lesuit. En un principio su segundo trabajo se iba a desarrollar en un estudio de Madrid, pero decidió cancelarlo todo y recorrer Latinoamérica durante dos años con una guitarra, un ordenador y un micrófono. Así nace Belorizonte, que cuenta con la producción de Juanito El Cantor.
Hablamos con Pablo Lesuit para conocerle más y saber más datos sobre su nuevo álbum y gira.
TimeJust: Pablo Lesuit no es tu nombre real es tu nombre artístico ¿Por qué decidiste presentarte en el mundo de la música como Pablo Lesuit y no como Pablo Perozo?
Pablo Lesuit: Cuando comencé, el proyecto se llamaba Lesuit. Quería separarme un poco del concepto de cantautor porque al final no me asocio demasiado con esa escena y con las connotaciones que tiene el movimiento de los cantautores. Considero que estoy en un lugar de experimentación con la música, con la canción, y me parecía más interesante en un primer lugar llamarle Lesuit. Al darme cuenta de que estaba al frente de casi todas las decisiones (producción, composición, arreglos…) decidí añadir mi nombre de pila y así pasar a ser Pablo Lesuit.
TJ: Belorizonte es el título de tu segundo álbum ¿Por qué este nombre? ¿qué significa?
PL: Este es un disco de viaje que he hecho durante dos años por Latinoamérica, por Uruguay y Argentina sobre todo. Para mí es un conjunto de canciones que han ido apareciendo durante ese tránsito que he ido haciendo y en ese camino que iba recorriendo iba buscando un nombre. En un encuentro de músicos en el que estuve dos años (2017 y 2018) en la provincia de Rocha, Uruguay, me presentaron a una amiga que es de Belorizonte (Brasil) y fonéticamente me pareció precioso y acumulaba las características que estaba teniendo mi viaje. Creo que tiene unas connotaciones muy positivas. Es muy bonito, muy sonoro.
Portada del álbum Belorizonte de Pablo Lesuit / Fuente: Esmerarte
TJ: En Latinoamérica fue donde se gestó este disco y contiene muchos de sus ritmos y su esencia ¿el interés por la música que hacen allí nace antes tu visita o lo descubres al llegar?
PL: Estoy muy influenciado por muchos tipos de música desde pequeño. En mi casa quedó una colección de mi tío de los 80, que tenía un bar en la Movida, y con cinco o seis años debía estar escuchando The Beatles, The Rolling Stones, Bob Dylan…y grupos españoles como Golpes Bajos, Siniestro Total, Los Ronaldos… Entre esa música había mucha música latina. Empecé a tocar bastante joven con mi familia política de Cuba. Hay mucho interés por la música latinoamericana, muy influenciado por otras escenas. Concretamente este viaje es lo que me ha llevado a profundizar en ese proceso de investigación.
TJ: ¿Cómo fue el proceso de composición de Belorizonte?
PL: Muy caótico, como todos los procesos de composición. No sabría describir un método. Yo cuando me marché lo hice sin la idea de hacer un disco. Iba para hacer unos conciertos y al regresar entraba con un productor a grabar los primeros singles. Cuando llevaba 15 días allí [Latinoamérica] decidí quedarme y empezar con este planteamiento de ir grabando y componiendo durante el camino, pensando en hacer un disco pero sin un objetivo muy claro y se dio de manera muy natural.
TJ: Ese proceso es bastante diferente al que tenías planeado hacer en Madrid, que ya habías hecho con tu anterior disco ¿con cuál de los dos te quedas?
PL: Ahora mismo no cambiaría mi manera de grabar de ninguna manera. Me parece que poder grabar en cualquier lugar del mundo, de viaje y con pocos elementos te permite una libertad creativa mucho mayor que la que tienes en un estudio de grabación, que también me parece muy interesante pero en este momento de mi vida no. De hecho, estoy trabajando en un disco de viaje. Creo que a nivel creativo es mucho más enriquecedor.
TJ: La figura de Juanito El Cantor como productor ha sido fundamental ¿cómo fue trabajar con él? ¿qué te aportó?
PL: Juanito es como la médula del disco y para mí es uno de los productores más interesantes en la escena latinoamericana. Es un grandísimo músico multi-instrumentista. Sobre todo, para mí, una de sus grandes cualidades es que es un productor con muy poco ego. Él trabaja en pro de las canciones y no trata de dejar su huella en los discos, lo cual me parece muy interesante porque al final trabajamos los dos en una misma dirección: intentar que la canción sea lo mejor posible, dejando de lado nuestras pretensiones o prejuicios.
TJ: Se nota que a la estética le das bastante importancia, ya que es muy cuidada y diferente desde las portadas de los singles y el disco hasta los videoclips ¿por qué optaste por unas portadas fuera de lo convencional, que suele ser más sencillo y natural?
PL: En este caso todo el arte Belorizonte lo hice con Yazmín Huerta, que es una diseñadora mexicana especializada en collage digital. Además de ser una técnica que me gusta mucho, creo que este disco tiene mucho del concepto collage en la parte de la estética musical. Yo me dediqué durante dos años a ir recogiendo pedacitos de música que iba encontrando en diferentes lugares y las iba integrando en mi manera de hacer música, de componer canciones. Creo que hay como un proceso común que comparto con el collage desde la parte musical.
TJ: En el caso de los videoclips entre el de Cuerpos y el de La Noche hay muchas diferencias ¿qué tipo prefieres?
PL: Son planteamientos muy distintos. El primero [Cuerpos] viene más de esa técnica de collage digital llevada a la parte audiovisual y sirve para generar esos mundos fantásticos, texturas más hipnóticas, relacionado con la psicodelia visual. En el caso del segundo videoclip [La Noche] es más un vídeo pensando como si estuviésemos en el tráiler de una película. Me gustan los dos. Me encantan las dos maneras de trabajar, no podría escoger ninguna.
TJ: El siguiente videoclip que se va a publicar es el de Crónicos ¿puedes avanzar algo?
PL: Va a ser un gran videoclip, más increíble que el de La Noche. En un principio íbamos a hacer una producción bastante sencilla, pero, como siempre, acabamos haciendo cosas supergrandes. Íbamos con la idea de hacer algo sencillito, pero hemos puesto todo lo que teníamos. En Lugo estuvimos 14 horas rodando bajo la lluvia.
TJ: El disco se ha publicado hace poco pero realmente muchas de las canciones ya las habías cantando en conciertos ¿por qué decidiste interpretarlas antes de lanzar Belorizonte?
PL: Tuvimos como un proceso de rodaje con la banda, de encontrar el sonido de directo que nos gustaba, de cómo convertir las canciones del disco en un show. Estar ese año y medio tocando canciones del disco nos ha servido para que ahora suene muy sólido y estemos muy bien compenetrados. Tenemos todos muy definidos nuestro rol en el directo.
TJ: Ya has comenzado con la presentación oficial del álbum ¿qué se van a encontrar las personas que asistan a los conciertos?
PL: Es un directo superenérgico, muy bailable. Está basado en el beat y el movimiento, en cómo generar esa energía en el público y que nos retroalimente. El objetivo del directo es convertir algunas canciones que eran más tranquilas en ese punto de beat que tiene la música de baile.
