Mr. Kilombo se subió anoche al escenario de la madrileña sala BUT dentro del circuito de actuaciones del Inverfest. El cantante presentó su nuevo disco, Cortocircuitos, que sale a la venta la próxima semana.
El cantante madrileño, Mr. Kilombo, llegó anoche a la BUT dispuesto a hacer disfrutar a todos los allí presentes que habían agotado las entradas hace más de un mes. Para sorpresa del público, el músico comenzó el concierto con una canción inédita, pero no desconocida para sus seguidores, pues ya la había cantado en otras ocasiones en Madrid. Tras este comienzo que dejó a algunos desubicados, vinieron Reconciliarme y Rey y Mendigo para poner al público eúforico.
La banda del cantante tuvo gran culpa de un público tan animado. Mr. Kilombo subió muy bien acompañado al escenario por otros cinco músicos que pusieron la misma energía y pasión que el cantante en cada canción. Esta es una de las claves por la que el madrileño gana muchísimo en directo. Aunque sus canciones ya son animadas en sus versiones de estudio, en directo tienen mucha más vida y energía.
Las canciones ya conocidas por sus seguidores se mezclaron con aquellas que verán la luz en unos días y que forman parte de su quinto disco, Cortocircuitos. Sin embargo, a pesar de que fuese la primera vez que el público escuchaba estos temas, el ánimo no decayó en ningún momento y la energía y euforia estuvieron al máximo las casi dos horas de concierto.
Uno de los momentos más íntimos de la noche lo puso Sinmigo, la canción más escuchada del cantante en Spotify y que ha reversionado junto a Rozalén. Todo el público, que Mr. Kilombo dividió entre los que querían ir y los que fueron por acompañar, cantó a una sola voz el tema, quizá ayudados porque fue una de las canciones que se interpretó la semana pasada en Operación Triunfo.
El cantante estuvo acompañado por Muerdo, junto a quien cantó Tiempo al tiempo. Pero no fue la única compañía en el escenario. Amigos de la infancia también se subieron a las tablas para ayudar al madrileño y su banda a dar un concierto impresionante que hizo las delicias de todos los que acudieron, ya fuera por voluntad propia o por obligación.
Para cerrar, el madrileño se decidió por Invencibles, canción que da nombre a su cuarto disco y que se ha convertido en un himno para muchos de sus seguidores. Y qué mejor forma de cerrar un concierto que con la visión de que «somos invencibles» y pidiendo que «nadie se arrepienta de nada».