La canción, que interpreta con el cantautor Pedro Pastor, es el primer adelanto del próximo trabajo de la artista vasca.
Izaro tiene 26 años, tres discos de estudio y una voz que de esas que no se olvidan fácilmente. La artista, que debutó en la música en 2016 de la mano de su primer álbum, om, presenta ahora el que será el adelanto de su próximo trabajo, Ventanas cerradas, y lo hace con su amigo y cantautor madrileño Pedro Pastor.
No es la primera vez que Izaro inaugura un disco a través de una colaboración: ya lo hizo en 2020 con Invierno a la vista, en la que le acompañó el gran Xoel López y que dio paso a Limones de invierno. Este disco, además, consiguió colarse en la segunda posición de la lista de los más vendidos en España, algo que tiene mucho más mérito sabiendo que parte de la autoproducción y la autogestión.
Asimismo, la cantante ha logrado colgar el cartel de «no hay entradas» en templos de la música del País Vasco como son el Kursaal o el Palacio Euskalduna, algo de lo que pocos pueden presumir. Precisamente a su tierra volverá el próximo 7 de mayo, para actuar en el mítico Velódromo de Anoeta.
De su música, destacan un sonido que bebe del pop y del folk y la delicadeza de unas letras que emocionan sin importar el idioma en que estén escritas (la artista compone en euskera, castellano e inglés). Esta última canción, por su parte, habla de momentos cotidianos como dormir boca arriba, o el café recién hecho. También de esos pájaros que, dicen, vuelven una vez en diciembre.
En el videoclip que acompaña al tema podemos ver a ambos artistas bailar al ritmo de la música de una canción para hacernos bailar, sí, pero con el corazón encogido de emoción.