El Auditorio CentroCentro ha abierto sus puertas para recibir a la cantautora venezolana, Georgina dentro del ciclo de conciertos Acústico CentroCentro.
Íntimo, motivador y emocionante han sido las tres palabras que mejor definen la tarde del 4 de noviembre. Y es que como la propia Georgina ha anunciado nos ha abierto y nos da la bienvenida a su habitación. El lugar y la situación invitaba a ello: ha sido un show muy exclusivo que ha contado con la compañía de cerca de 200 personas. Y Georgina solo necesitaba su voz y su guitarra para acercarnos sus historias y su emoción al cantar.
Mi amiga soledad es la primera canción en romper el hielo. A pesar de transmitirnos con la letra el sentirse sola, nos hemos sentido arropados por el talento de la cantautora.
Tampoco ella se sentía sola. Madrid es su segunda casa, así lo ha contado ella. Ha sido la ciudad que le ha visto crecer como artista y a nivel personal. Al final, lo que nos hace vivir y movernos es el amor. Otro invitado del concierto, presente en todas sus formas. Menamore habla del momento qué te enamoras de alguien y te preguntas cómo, cuándo y por qué ha pasado, una canción con mucho sentimiento que le acompañó los aplausos del público. A esta, les siguieron tres canciones más de amor, Razones, Mariposas y Menos es más.
“Cuánto hay que esperar para gritarle al mundo la verdad que tú y yo nos queremos de más”, una declaración de intenciones por parte de Georgina, pero es que el público también quería gritar al mundo, a través de sus aplausos, lo mucho que estaban disfrutando de este directo.
La de Venezuela nos ha abierto también su lado más personal del corazón, Cero ese tema que le compuso a su padre y, por ello, ha dedicado dicha canción a todas las personas que ahora nos cuidan desde el cielo.
Pero nos ha querido levantar el ánimo y sin dudarlo, lo ha conseguido. Ha lanzado el mensaje de que no hay que vivir por vivir, sino levantarse con un propósito. Así fue como nació su lado más intenso de la tarde y Soñador la siguiente canción, Le siguió Mi propio funeral que hizo bailar desde el asiento a todos los asistentes.
Sorprendidos nos dejó a todos cuando nos ha presentado una ranchera Canciones perdidas demostrando todo el talento que derrocha y que es capaz de moverse por diferentes géneros.
Si algo pedía este concierto es que nos ha hecho olvidarnos de los problemas, vivir el presente y solo pensar en la voz y letras de la artista. Así lo pedía al principio y lo volvía a recalcar con Infinitamente, su último single.
Los venezolanos piensan que La vereda de la puerta de atrás de Extremoduro es una canción propia de Georgina, así ha contado ella la anécdota. La canción original pertenece a Extremoduro, pero en la tarde de hoy la cantautora la ha hecho suya.
Las dos canciones que cerraron este acústico fueron Rara y Supermujer dejando claro ante las tablas del escenario que es una “superartista”. Nos ha metido de lleno en su habitación, esa que está llena de vivencias. Ha sido imposible no conectar con alguna de sus canciones porque son pura emoción y su voz es pura dulzura. El público lo consiguió y dicha conexión se notó en la ovación de aplausos para despedir a la artista.