Aitana cerró su gira de verano en Castrelos, que llevaba años esperando el concierto de la catalana en solitario
Vigo llevaba años pidiendo el regreso de Aitana a Castrelos y el deseo por fin se convirtió en una realidad. Además, el concierto fue de lo más especial para la catalana ya que este sábado 3 de agosto despidió su gira de verano.
La expectación que generó la actuación de Aitana se tradujo en fans haciendo cola y reservando sitio horas e incluso días antes del recital. El mismo furor que se vivió cuando salieron a la venta las entradas para platea. Estaba claro que era el concierto del verano en la ciudad.
Castrelos, a reventar
Castrelos se llenó para recibir a Aitana, que volvió seis años después de pisar ese mismo escenario junto a compañeros de OT 2017. En el público había sobre todo gente joven y niños con la ilusión de ver a su ídolo en directo. Según publicó la propia artista en sus redes sociales, 90.000 personas se congregaron en el auditorio vigués.
Tras la intro Alpha09 con la que se abre alpha (2023), el último álbum de la catalana, Aitana apareció en el escenario junto a su equipo de bailarines. Se desató la locura entre el público, que empezó a cantar Los Ángeles junto a la joven.
Aitana pisó con fuerza el escenario y lo dio todo durante los casi 85 minutos que duró el concierto. Una imagen de mujer empoderada que se reforzó con el baile de miamor, que suscitó polémica al inicio de la gira y así se mostró en Castrelos.
Antes de interpretar el tema aparecieron varios titulares de diferentes medios de comunicación que criticaban el baile. Lejos de modificarlo, Aitana se ha mantenido firme y con el público de su lado, que ha aplaudido su actitud.
Público entregado
Los asistentes se dejaron la voz en cada canción y Aitana les dio protagonismo en varios momentos. Así, les pidió cantar en canciones como AQYNE, Tu foto del DNI y En el coche.
Mon amour y Mariposas fueron dos de las canciones que más disfrutó el público, que cantó, saltó y bailó. Los mayores fans de la artista demostraron saberse todas las letras, incluso la de la reciente 4TO 23.
“Estoy muy emocionada de estar aquí. Es el último show de la gira. Es una pasada la cantidad de gente que hay aquí”, confesaba Aitana. La catalana se mostró cercana con el público y muy agradecida por el cariño. Así, se acercó al borde del escenario para dejarles cantar solos en 24 rosas.
Emoción y linternas para iluminar Castrelos
Aitana ya había avisado que estaba muy emocionada y se notó al presentar la balada Akureyri, una colaboración con Sebastián Yatra. La joven se sentó en el borde del escenario y compartió confidencias con el público.
“No permitáis nunca que nadie os diga que nada es para siempre porque muchas cosas pueden ser para siempre. La familia y los amigos son para siempre y vosotros vais a estar siempre en mi corazón”, se sinceraba antes de romper a llorar. Lágrimas que se contagiaron al público, que cantó con emoción el tema. Además, los asistentes encendieron las linternas de sus móviles, creando un momento de lo más emotivo.
Castrelos también se iluminó con las linternas de los móviles en = (IGUAL) y Vas a quedarte, otra de las baladas de la noche.
Fiesta final con fans en el escenario
De la emoción con Akureyri Aitana pasó a la fiesta con Las babys para despedir el concierto por todo lo alto. La catalana puso a Castrelos a bailar y subió a un puñado de fans al escenario para acompañarla. Mucha emoción entre los pequeños, que aprovecharon para darle un abrazo a su ídolo antes de bajar.
Sin los tradicionales bises, Aitana anunció que tan solo le quedaba una canción para poner fin al concierto. Formentera fue el broche de oro a la cita. La catalana se despidió emocionada de Castrelos con una palabras en gallego: “Boas noites, Vigo. Graciñas”.
Tras este concierto Aitana se tomará un descanso y preparará las dos importantes citas que tiene los días 28 y 29 de diciembre en el estadio Santiago Bernabéu para las cuales ya no hay entradas.