El pasado 2 de febrero la artista indie/pop, Zahara, nos trasladaba a su universo con el espectáculo de su último proyecto ‘Astronauta’ como protagonista con entradas agotadas
No sabemos si en estos 3 años de introspección y silencio para la artista, Zahara realmente ha llegado a la luna, pero la noche del sábado la artista quiso con todas sus fuerzas que entendiésemos y disfrutásemos cada una de sus estrellas. Estrellas traducidas en forma de canciones que cuentan historias estudiadas al detalle.
En efecto, Zahara nos desvela en cada una de las estrellas que componen el universo que supone Astronauta historias sobre el crecimiento personal y el reencuentro con uno mismo.
Estos últimos 3 años, le han traído a la artista experiencias y anécdotas que ha querido plasmar de la mano de su cálida voz y el sonido acústico de su guitarra y contárnoslo, chillárnoslo y que la acompañásemos con brincos y risas.
Sonaba Files X, la mítica canción que nos recuerda a los «illuminati», cuando Zahara, literalmente, bajó desde las escaleras del cielo acompañada de su banda y unos característicos trajes de astronauta.
Al igual que en el disco, David Duchovny fue la primera canción con la que pisábamos tierra firme con aires de pop/rock acompañados de los sonidos metálicos y místicos característicos de su último álbum.
Si algo define cada una de las composiciones de Zahara, indudablemente, sería como estas son capaces de convertirse en completas narraciones de sus mejores vivencias.
Así pues, la artista se dirigía por primera vez a su expectante público tras 3 interpretaciones: “qué guapos y guapas estáis todos, gracias por venir, qué ilusión. […] Hace unos años ya estuve en esta sala y es tan bonito ver como hemos crecido tanto, nos hemos hecho mayores juntos y además os habéis multiplicado, lo cual es precioso” —decía con orgullo la artista.
Tras la naturalidad característica de la artista, Zahara teñía de calidez la sala de la mano de Multiverso y El Universo.
A propósito, Multiverso es una de las canciones más especiales del disco al dedicársela a su reciente hijo además de ser el segundo single del disco. Esta canción relata la historia de los recuerdos y la vida de un niño y su madre: Soy el viejo en la montaña / Calmo el frío de mis manos con el vaho / No caldea tu mirada / No recordarás la vida que hay detrás.
Otra de las canciones más conocidas de la artista llegaba en esta tanda para hacernos sentir un poco más arropados de la mano de El frío. Un tema que relata como la distancia, que sabe a hielo, se antepone entre dos personas y la artista canta desde el plano cálido de su voz, derritiendo ese dolor: No me esperaba / que quien provocó / todos los incendios, sería quien / también los apagó.
Uno de los momentos más especiales de la noche traía consigo al invitado especial Miguel Rivera, quien acompaña a Zahara en uno de los temas de este último disco, Big Bang.
Zahara presentaba la canción, a Rivera y la inspiración, que conforman un pack en esta canción para el disco: “Tuve la suerte de componer esta canción basándome en un poema precioso de Miguel Rivera, que conectaba con todo lo que yo quería contar, le pedí permiso para componer esta canción y él generoso, además de decirme que sí, quiso acompañarme a cantarla conmigo en este disco y hoy va a ser la segunda vez que la cantemos en directo” —decía la artista.
Tras la locura que supuso el invitado sorpresa, así como las siguientes canciones en las cuales decidió quedarse y acompañar a la artista, supusieron el antes y el después de la noche: “Ya que lo tenemos aquí, vamos a disfutarlo un ratito más”.
Guerra y paz es una de las canciones favoritas del público en este disco, que esta vez relata la historia de cómo una pareja se consume y se desgasta, el final de la relación llega y eres consciente de que ya no estas con la misma persona que un día conociste. Esta canción conforma un dueto con Santi Balmes, vocalista de la banda indie/pop Love of Lesbian, tras ocho años que hacía desde la última colaboración juntos con el hit que supuso Lucha de gigantes, una canción original de Antonio Vega.
Sin lugar a duda, uno de los momentos más esperados de la noche era la parte acústica en la que Zahara endiosa con la voz a todo aquel presente en la sala. La artista no necesita mas que su melódica voz y su guitarra acústica para romper aquellos recuerdos aún vivos en el corazón de muchos con dos de las canciones más esperadas, Adjunto foto de café verbena y Con las ganas.
Ambas canciones requirieron de una delicada y detallada presentación por parte de la artista: “Esta canción (refiriéndose a Adjunto foto de café verbena) cuenta la historia de un fin de semana romántico con mi pareja en Jaraba, sí, Jaraba, ¿por qué? pues porque Jaraba sonaba bien […]”.
La segunda y última de las canciones de esta sección acústica del concierto era una de las más esperadas y definitivamente la canción más reconocida de la artista, Con las ganas.
Así pues, esta canción es un relato que Zahara prácticamente susurra tras confesar que cada vez que la canta termina rota: “Durante mucho tiempo decidí que no iba a cantarla porque no me apetecía pasarlo mal, y luego cuando ya estaba bien, pues no quería cantarla porque ya no conectaba con ella”.
Esta canción cuenta la historia de principio a fin de una relación que poco a poco se va desgastando, ninguno de los dos hace nada por remediarlo y cuando todo termina, hay muchas cosas que siempre se quedaron con las ganas de decirse: Me moriré de ganas de decirte/Que te voy a echar de menos/Y las palabras se me apartan/Me vacían las entrañas/Finjo que no sé, y que no has sabido/Finjo que no me gusta estar contigo/Y al perderme entre mis dedos/Te recuerdo sin esfuerzo.
“Ahora es un momento en el que canto la canción porque la canción ha dejado de ser mía porque conecta con tanta gente que ha hecho que una historia que una vez escribí hoy sea vuestra historia y es un sentimiento muy potente. Así que hoy esta canción la canto desde lo arropada que me siento con vuestras miradas y se la dedico a todas aquellas personas que una vez me la pidieron, y yo les dije que no.” —confesaba.
La artista ponía fin a su concierto recordando que esa noche la bestia había cenado en casa con Hoy la bestia cena en casa, una canción que posiblemente marque la diferencia en el estilo en las restantes del disco que recuerda la necesidad de reivindicar la diversidad, la maternidad y el feminismo. Es una crítica a todos aquellos que piensan que tienen poder legal para comercializar con la vida de seres humanos.
Finalmente, Zahara además de recordar que a veces se haya quedado con las ganas dentro de su propio universo, hoy ha pasado de ser «Santa» a «Astronauta» y «Bestia». Que a pesar de que un día se sentía en guerra con ella misma, hoy lo hace en paz.
Málaga nunca supo cómo sonaba el universo hasta que llegó Zahara que, sin duda alguna, nos ha hecho sentirnos a todos un poco más eufóricos, más libres, más nuestros y nos hizo despegar.
