El cantante barcelonés presentó ayer 5 de febrero su disco ‘Tropical Jesus’ en el Teatro Coliseum de Madrid. El concierto fue parte de la programación del Inverfest.
Carlos Sadness ha sido uno de los muchos artistas que han podido volver a tocar su música en directo a pesar de la difícil situación con la que hemos empezado el 2021.
Tras unos diez minutos de cortesía por si había algún rezagado entre el público, Carlos Sadness con sus características gafas de sol saltó al escenario del Teatro Coliseum, uno de los más emblemáticos de la Gran Vía madrileña. El concierto empezó con Ciclo Lunar, la primera canción del disco.
Tras esto, el cantante advirtió a su público de que no iba a hablar mucho durante el concierto para no perder tiempo y poder hacer más canciones. El adelanto del toque de queda en la ciudad de Madrid era el culpable. Además, en un primer momento, el concierto estaba programado para las 20:00h pero la organización del festival se vió obligada a adelantar el horario a las 19:00h para que los fans del artista no tuvieran problemas para volver a sus casas antes de las 22:00h.
Sadness cogió su ukelele y los primeros acordes de Hale Bopp provocaron una gran ovación entre el público. Tras ella llegó el turno de una de las últimas canciones del artista, Chocolate y Nata. Concretamente el día anterior al concierto, Carlos Sadness lanzó junto con la cantante Bratty una nueva versión del tema.
El concierto siguió con Me Desamaste. Las medidas de seguridad frente al Covid-19 han hecho que no se pueda bailar en los conciertos ya que el público debe estar sentado. Así que Sadness invitó a sus fans a hacer “sitting perreo” durante Todo Estaba Bien.
Después, el cantante hizo referencia a la nieve que tuvimos en Madrid hace unas semanas. Como él es de Barcelona, dijo que allí no hubo nieve, solo hizo un día horrible. Con esto introdujo Isla Morenita, una de las canciones más conocidas de Carlos Sadness.
Uno de los grandes momentos del concierto llegó con Ahorita. A cualquier artista le puede pasar que se le olvide por un momento parte de la canción y eso es lo que le pasó a Carlos. Sin embargo, apenas se notó porque siguió cantando una letra improvisada que perfectamente podría haber sido la letra real. “Llevamos tanto tiempo sin hacer conciertos que claro, a veces se nos olvida un poco la letra”, dijo el cantante.
Tras algo más de media hora de concierto, Sadness se quitó las gafas de sol y cantó Semitransparente y Adiós a los dinosaurios.
Una de las grandes diferencias entre tocar en un teatro o en otro tipo de recinto es que las peticiones del público se oyen claramente. Por eso, cuando unas fans pidieron que cantara Sebastian Bach, Sadness lo escuchó perfectamente e incluso respondió. Dijo que era una de sus canciones favorita pero que no tuvo suficiente apoyo por parte del público y por eso no la incluyen en los conciertos. Sebastian Bach es una de las canciones de ‘Diferentes tipos de luz’, el tercer disco del cantante.
En su lugar llegó el turno de Mi Fruta Favorita, seguida de Longitud de Onda y Física Moderna.
El concierto siguió con Número oculto, una canción que según el artista a la gente no le gusta pero a él sí. Además, decidió cantar esta canción sentado en el borde del escenario.
“Siempre he querido lanzarme al público pero no lo he hecho. Ahora me arrepiento porque ya no se puede hacer. Habrá que esperar a 2046”. Estas fueron las palabras de Carlos Sadness antes de pedir al público que encendieran sus linternas para cantar Días Impares.
Otro de los momentazos del show llegó cuando Sadness improvisó una letra en la que con humor hizo referencia, entre otras cosas, a la prueba PCR que tuvo que hacerse antes del concierto. Después, presentó a sus músicos y tocaron Aloha.
El concierto estaba llegando a su fin cuando Carlos Sadness cantó Te Quiero Un Poco, una canción que transmite una muy buena energía. Tras esto, el cantante dió las gracias a todo el público por haberse atrevido a comprar una entrada en estos tiempos tan difíciles.
Mientras tanto, no paraban de oírse gritos del público pidiendo Qué Electricidad, que fue la última canción que sonó en el Coliseum.
Tras aplausos y una foto con el público para recordar este concierto tan especial, Carlos Sadness y sus músicos se despidieron y salieron del escenario.
Me gustaría resaltar la buena organización del festival en cuanto a las medidas de seguridad. A la entrada, se tomó la temperatura y se dió gel hidroalcohólico a todos los asistentes. Además, había un asiento de separación entre grupos dentro del teatro. La mayoría de los asistentes se mantuvieron sentados durante todo el concierto pero si alguien se levantaba, el personal de seguridad estaba muy pendiente de llamar la atención de esa persona para que volviera a sentarse. La salida también se realizó de forma organizada para evitar aglomeraciones. Eventos como estos dejan claro que la cultura es segura y que se pueden seguir haciendo conciertos, siempre respetando las normas.
Los fans que no hayan podido asistir a este concierto tendrán una nueva oportunidad de disfrutar de Carlos Sadness en Madrid el 7 de mayo 2021.
