La gira When We All Fall Asleep, Where Do We Go? de la cantante Billie Eilish hizo una parada en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
17 años a sus espaldas y 17.000 pares de ojos observándola desde distintas perspectivas del Palau Sant Jordi. Se trata de Billie Eilish, quien visitó Barcelona el pasado 2 de setiembre con su gira When We All Fall Asleep, Where Do We Go?.
La cantante procedente de los Los Angeles dio el salto a la fama con su single debut Ocean Eyes, producido por su hermano y también su mejor amigo, Finneas. Más adelante Billie publicó su primer E.P Don’t Smile at Me, con canciones como Bellyache o idontwannabeyouanymore. Ya en marzo de 2019 su canción bad guy– la cual forma parte de su último álbum que lleva el nombre de la gira- se hizo mundialmente conocida y acumula a día de hoy más de 500 millones de visitas en YouTube.
Si por algo se caracteriza la joven, además de por sus letras un poco macabras y oscuras, es por su peculiar forma de vestir: con ropa ancha y llamativa y el pelo de colores. Según ella misma dijo en un vídeo para una campaña de Calvin Klein, lleva ropa tan holgada porque no quiere que el mundo sepa todo sobre ella.
Lágrimas, emoción pero también energía
Y la noche en el Sant Jordi no fue la excepción. Billie se presentó con una camiseta roja con toques negros ancha y unos pantalones de igual estampado. Además lució sus característicos moños y una bota ortopédica puesto que tenía ambos pies lesionados. Los fans corearon a pleno pulmón cada una de sus canciones del álbum e incluso hubo quien lloró en temas como i love you, que cantó encima de una cama que bajaba del techo al escenario y con un fondo de cielo estrellado y onírico. Pero también hubo tiempo para saltar e impregnarse de toda su energía con bad guy o you should see me in a crown, en la que Billie pidió que los fans hicieran tres huecos en pista y se pusieran a bailar en círculo al ritmo de la música.
Sin duda fue una noche maravillosa para los fans catalanes y también para los no catalanes, puesto que muchas familias se desplazaron desde distintos puntos de la peninsula para ver en directo a la cantante en uno de sus dos únicos conciertos en España.
