Hoy se cumplen 116 años del nacimiento de Antoine de Saint-Exupéry
¿Quién no se ha deleitado con la lectura de El Principito cuando era niño? ¿Quién no lo ha recuperado en su adultez para disfrutar de su pleno significado? Hoy su autor cumpliría 116 años. Antoine de Saint-Exupéry es sin duda uno de los grandes referentes en lo que a literatura se refiere.
Nacido en una familia acomodada en Lyon, se formó como piloto durante su servicio militar, con 21 años. Trabajó en el transporte de correo francés, sobre todo entre Toulouse y Dakar. En 1929 comenzó a dirigir una aerolínea postal en Argentina. Allí conoció a la que sería su mujer, Consuelo Suncin, también escritora.
Ese mismo año publicaba su primera obra, Correo del Sur, a la que seguiría Vuelo de noche en 1931. En ellas plasma de forma evidente su experiencia como piloto. Realizó también reportajes sobre distintos países, sin dejar de lado la aviación. Esto le acarreó diversos accidentes.
El más conocido fue el de 1935. Saint-Exupéry corría en una carrera entre París y Saigon junto a su navegador, André Prevot. Su avión se estrelló en pleno desierto delSáhara. Aunque ambos sobrevivieron, carecían de agua, y su comida era muy escasa. Tampoco sabían dónde estaban, empezaban a sufrir alucinaciones. Finalmente fueron rescatados por un beduino que los descubrió al borde de la muerte.
Este accidente fue la inspiración para Tierra de Hombres, así como para el inicio de El Principito.
Escribió esta obra durante una estancia en Estados Unidos, en 1940. Fue el propio autor quien realizó las ilustraciones, tan características y reconocibles por casi todos.
El Principito vería la luz en 1943, logrando una gran repercusión que dura hasta nuestros días. De hecho, es una de las obras más vendidas de la historia, y está traducida a más de 250 idiomas. Es una obra para todas las edades. En apariencia infantil, pero con un profundo mensaje filosófico, es en sí mismo un estudio sobre el ser humano. Cuenta con un sinfín de adaptaciones, tanto literarias como cinematográficas. El año pasado se estrenaba el filme de animación, dirigido por Mark Osborne, el cual mezcla técnicas de 3D y stop-motion.
En julio de 1944, el avión de Saint-Exupéry fue atacado por naves alemanas durante una misión en Córcega. El paradero del autor tras el ataque fue un misterio; hasta que, en el año 2000, un buzo halló los restos de su avión en la costa de Marsella. Saint-Exupéry está enterrado en Los Inválidos de París. De forma póstuma se publicaron sus cuadernos de notas, así como La Ciudadela, o Carta a su Madre.
La relevancia de la figura de Saint-Exupéry es evidente. No solo se nombró en su honor el principal aeropuerto de Lyon, así como varios asteroides. Son miles los lectores que recuerdan las enseñanzas que nos dejó su obra cumbre: que “caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos”, que “es mucho más difícil juzgarse uno mismo que juzgar a los demás”, y la más célebre: “no se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”.