La Biblioteca Tezuka sigue creciendo, alternando títulos de distintas características, ahora le llega el turno a MW.
La editorial Planeta Cómic sigue en su empeño, lento pero constante, de publicar toda la obra de Osamu Tezuka en una ambiciosa colección, la Biblioteca Tezuka, planteada como una edición definitiva de estos títulos.
Una de las más recientes incorporaciones a esta colección es MW, una obra de la denominada etapa oscura del llamado “dios del manga”. En un momento en el que el gekiga cobraba fuerza, vinculado a cabeceras como la revista Garo y a autores como Yoshiharu Tsuge, Tadao Tsuge, Yoshihiro Tatsumi, Sanpei Shirato y otros, Osamu Tezuka se veía desplazado del protagonismo en el panorama de la publicación de manga por el carácter infantil y aniñado de sus obras. No en vano, las obras más importantes del mangaka hasta los años sesenta habían sido títulos como La isla del tesoro, Kimba, el león blanco, Astroboy o La princesa caballero, que habían, en cierto modo, encasillado a Tezuka.
Así pues, a partir de mediados de los sesenta, Tezuka comenzó a experimentar y a demostrar la versatilidad que acabaría por valerle su apodo. Este cambio de tercio no fue algo puntual, sino una tendencia que el autor abrazó durante el resto de su carrera, manteniendo algunas incursiones en lo infantil y juvenil, pero de manera algo más excepcional.
Este contexto explica la creación de MW (pronunciado mu), publicada de manera serializada entre 1976 y 1978, que se recoge en un tomo único dentro de la Biblioteca Tezuka. MW es una de las obras más adultas de Tezuka, porque aglutina numerosas temáticas y tropos propios del gekiga y del manga para adultos de la época, desarrollados con la maestría narrativa que le caracteriza.
Así, entre sus páginas se plantean reflexiones de carácter político (las relaciones internacionales de Japón con otras grandes potencias, entre ellas Estados Unidos, desde la postguerra), religioso (con gran presencia del catolicismo, una religión que en Japón es minoritaria, por detrás del budismo y del sintoísmo), e incluso sexual, con la presencia de varias relaciones controvertidas.
La edición de Planeta Cómic se acompaña de un pequeño prólogo que ayuda a contextualizar mejor la obra, realizado por Marc Bernabé, quien también es responsable de la traducción. En conjunto, este nuevo tomo de la Biblioteca Tezuka cumple con el estándar de la colección, ofreciendo una edición definitiva de MW en un único tomo, perfecto tanto para aquellos que deseen aproximarse a este título en particular como para los completistas que no se pierdan un tomo de la colección.