El joven autor Till Lukat nos invita a acompañarle en un viaje científico, una expedición a Kenia con el ambicioso objetivo de descifrar el origen de la vida a través del análisis del agua de unos manantiales.
El profesor e investigador Tomás de Arce viaja al corazón de África para realizar una investigación sobre el origen de la vida. Va acompañado por un equipo de investigadores, guías locales y una serie de extraños sueños que le asaltan cada noche.
Lo que parece un tebeo de ficción científica adquiere una nueva dimensión en el epílogo, un conjunto de pequeños textos en los que se explica el origen de este cómic y el proyecto científico Prometheus, que estudia la formación de patrones y auto-organización mineral en ambientes naturales altamente alcalinos. En realidad, Algo en el agua es una suerte de crónica ficcionada que, partiendo de una expedición real, incorpora una serie de elementos de fantasía y ciencia ficción que permiten explicar de manera mucho más sencilla los objetivos complejos de una investigación de largo recorrido y todavía plagada de incógnitas.
Como se indica también en este epílogo, el tebeo se creó en el marco de ERCcOMICS, una plataforma promovida por el Consejo Europeo de Investigación (ERC, por sus siglas en inglés) para realizar divulgación científica a través de webcómics.
Till Lukat logra un equilibrio complicado entre este propósito divulgativo y la narrativa del tebeo de ficción. Algo en el agua funciona perfectamente como una lectura que reflexiona sobre la relación del ser humano con el planeta Tierra. Hablar de ciencia se integra de manera natural en el argumento, igual que lo hacen las reflexiones veladas sobre el choque cultural y a la vez el entendimiento entre personas procedentes de lugares muy distintos.
Al final, Algo en el agua sorprende por su profundo humanismo, en su sentido más amplio. Lo hace con honestidad y de manera sencilla, sin pretensiones, una lectura que invita a la pausa y a la reflexión, con más capas de las que parece a simple vista.