Una novela dulce de principio a fin que nos traslada al corazón de una fábrica de chocolate de principios del siglo XX.
- IDIOMA ORIGINAL: alemán
- TRADUCCIÓN: Armengol Royo, Marta y Abós Álvarez-Buiza, Elena
- Nº DE PÁGINAS: 472
- AÑO: 18/11/2019
SINOPSIS
Stuttgart, 1903. Como hija de un próspero fabricante de chocolate, no parece que el futuro de Judith Rothmann vaya a estar sometido a muchos sobresaltos. Lo que se espera de ella es un buen matrimonio e hijos que aseguren la continuidad familiar. Pero las previsiones son engañosas y el destino, imprevisible. La aspiración de Judith es tener un rol importante en la compañía, y casarse sin estar enamorada no entra en sus planes. Mientras tanto, Hélène, su madre, cansada de una ciudad y un marido que ahogan su espíritu libre y apasionado, sigue una cura de reposo a orillas del lago de Garda. Allí descubre que todavía está a tiempo de cambiar su anodina vida en Alemania por otra independiente y libre en Italia.
RESEÑA
Hay veces en las que cuando lees, no pides que la historia sea desgarradora, cruel, dramática…Hay veces que cuando lees, buscas desconectar, leer algo que te haga disfrutar, que te haga sentir bien y cuando lo termines digas ¡qué historia tan bonita!. Solo eso, así de sencillo. La Mansión de los Chocolates de Maria Nikolai es una de esas. Tuve la sensación de tener una sonrisa en la cara a medida que la leía, y eso que en algunos puntos la historia tiene algo de drama, pero no sé, no podía evitarlo.
La novela ambientada en 1903, nos traslada a la ciudad de Sturttgart, famosa por su industrialización que, aunque tardía, fue cuna de grandes empresas tan conocidas como Bosch, Porsche y Mercedes Benz.
Lo que más destaco de la novela es la ambientación. La autora consigue que estemos dentro de la fábrica y que seamos testigos del crecimiento industrial de la ciudad, incluso al final de la novela nos encontramos una breve descripción del contexto histórico en el que se sitúa la historia, que hace que entendamos muy bien los problemas y miedos a los que se enfrentaban los empresarios en esos momentos.
La forma de escribir de la autora es sencilla, elegante y con una capacidad descriptiva bárbara, cada vez que describía como la protagonista elaboraba los bombones, me sentía como si estuviera estaba sentada en frente, podía hasta olerlos.
Con respecto a los personajes, destaco a las dos mujeres protagonistas de la novela. Por un lado, nos encontramos con Judith Rothmann, la hija de un conocido empresario dueño de una fábrica de chocolate. Una mujer que lucha contra el destino que le viene impuesto por el hecho de ser mujer, casarse y olvidarse por completo de la fábrica. Por el otro, su madre Helene, una mujer que debido a su delicada salud deja a su familia y se instala en una residencia junto al río Garda.
Aunque la protagonista real es Judith, me ha gustado mucho la parte de Helena, tanto por la forma de trasmitir la lucha interna en la que se encuentra, como porque en esta parte la autora mezcla personajes reales con ficticios haciendo alusión a los escritores Thomas y Heinrich Mann y la literata Hermione von Preuschen. Esta parte me hubiera gustado que se re
A través de los personajes secundarios de la trama, la autora trata temas como la lucha de clases sociales, los comienzos del movimiento obrero y la situación de la mujer en la industria. De los secundarios, sin duda me quedo con Víctor, por su capacidad de lucha y por la forma en la que escucha y trata a Judith, aunque, no me olvido de los hermanos pequeños de esta, un par de gemelos que ponen la nota cómica en la novela.
Si es cierto que no me he topado con una gran historia de estas que te deja en shock, pero si con una novela bien ambientada, bien escrita, muy amena y con unos personajes de esos que gustan. La recomiendo a aquellos que quieran pasar un rato dulce y agradable, mejor con una tableta de chocolate.
NOTA: 3,5/5
