Planeta incorpora a su línea manga La parada de Hinamizawa, para deleite de los fans de Higurashi.
Uno de los puntos fuertes de la industria del manga es su apoyo en franquicias multimediales. Buen ejemplo de ello es Higurashi, formada por varias visual novels, mangas, animes y series de televisión, todos girando en torno a la creación de Ryukishi07. Con un gran éxito a sus espaldas y un nutrido fandom, el universo de Higurashi se ve expandido a través de historias planteadas en los distintos medios, como el tomo único que nos ocupa, La parada de Hinamizawa.
Ya que esta pertenencia a una franquicia puede ser una barrera ante nuevos lectores, lo primero que debe aclararse es que este manga, desarrollado por Tomozo Kaoru, es una lectura completamente autónoma, que puede leerse desde el desconocimiento más absoluto a la historia principal de Higurashi. En cierto modo actúa en forma de precuela, narrando acontecimientos que tuvieron lugar con anterioridad, y centrándose en dos de los personajes principales: Rika y Mion.
Las dos adolescentes se refugian de la lluvia en una parada de autobús, donde se desarrollará buena parte de la historia. Allí conocen a varios personajes, con los que ponen en común lo que saben acerca del misterio de la señora Oyashiro y una maldición que pesa sobre la región. A partir de aquí se desarrolla un thriller con toques de gore que constituye toda una virguería visual, con un cierto regusto estético a las primeras obras de Higurashi. Las escenas de violencia explícita se multiplican, coqueteando con el horror en ocasiones por lo terrorífico de las ideas que propone. A pesar de ello, el uso de la violencia no resulta excesivamente morboso más allá de los límites propios del género.
La edición de Planeta es sencilla, ciñéndose a los cánones habituales de un tomo único en tapa blanda con sobrecubierta.