La Biblioteca Nacional de España inaugura en presencia de Felipe VI la exposición Azaña: intelectual y estadista. A los 80 años de su fallecimiento en el exilio.
La Biblioteca Nacional de España, Acción Cultural Española (AC/E) y la Secretaría de Estado de Memoria Democrática han inaugurado esta mañana, en presencia de S.M. el Rey Felipe VI, acompañado de la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo; y el ministro de Cultura y Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes, la exposición “Azaña Intelectual y estadista”. Una exposición inédita, que retrata, a través de más de 200 objetos; entre los que se encuentran manuscritos del autor, al hombre e intelectual que fue Don Manuel Azaña, Ministro, Jefe del Gobierno y Presidente de la Segunda República, y fallecido en el exilio, en Francia, en 1940.
El recorrido de esta interesante exposición muestra los distintos periodos de la vida del político, que van desde su infancia hasta etapas de mayor importancia y responsabilidad como la toma de posesión como presidente de la Segunda República o su marcha al exilio francés, a Montauban, al final de la Guerra Civil española.
Asimismo, esta exposición se sirve de numerosas obras y materiales procedentes tanto de los fondos de la BNE como de otras instituciones españolas, así como de una primicia de materiales audiovisuales que reflejan una etapa muy partícula y desconocida de un tiempo que ahora se nos presenta con nuevos horizontes y curiosidades por descubrir.
Entre las obras de la exposición se encuentran la primera bandera republicana tricolor que se izó en España en el Ayuntamiento de Éibar (Guipúzcoa), el 14 de abril de 1931, los tres cuadernos de Azaña, robados por Antonio Espinosa, y actualmente parte del Archivo Histórico Nacional, que correspondían a un periodo especialmente tenso (la sublevación de Sanjurjo [1932], la represión de Casas Viejas [1933], y la crisis que acabaría con el bienio repulicano-socialista), la última página (firmada por Manuel Azaña, noviembre 1925) del segundo borrador de «La vida de don Juan Valera» (Biblioteca Tomás Navarro Tomás del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC); o el manuscrito original de ‘Mi rebelión en Barcelona’ (colección privada); la carta autógrafa y telegrama de Manuel Azaña, dirigidos a Diego Martínez Barrio, renunciando a su cargo de presidente de la II República.
Además, podemos encontrar, entre los objetos de mayor prestigio, la mesa en la que Manuel Azaña firmó en el exilio su dimisión como presidente de la República en 1939, y que la familia que entonces le acogió en La Prasle guardó como una reliquia durante 80 años (Ministerio de Exteriores, Palacio de Santa Cruz); así como todas las primeras ediciones de sus libros y traducciones.
En la rueda de prensa que se ofreció a los medios y que sirvió para aclarar las buenas intenciones de las instituciones publicas por recuperar la memoria de Manuel Azaña, como una de las figuras más relevantes de la historia contemporánea de España, se encontraban José Andrés Torres Mora, presidente de Acción Cultural Española (AC/E), Fernando Martínez López, Secretario de Estado de Memoria Democrática, Ángeles Egido y Jesús Cañete Ochoa, comisarios de la exposición. Todos ellos coincidían, en palabras de Ana Santos Aramburo, directora de la BNE, que “esta exposición servirá para conmemorar los 80 años del fallecimiento de Manuel Azaña, Jefe de Estado y Jefe de Gobierno, escritor premiado y un hombre muy duramente perseguido en el exilio”.
Asimismo, cabe recordar que, en 2021 la Obra de Manuel Azaña, fallecido en 1940, pasará a dominio público y la BNE pondrá a disposición del público una selección de algunos de sus escritos más importantes.
