La Casa de las Flores abre sus puertas una vez más y, esta vez, nos guía a través del pasado de los personajes lo que nos dejará atónitos.
La tercera entrega de esta maravillosa serie de Netflix, La Casa de las Flores, llega con nuevos dramas, no podíamos esperar menos. La familia De la Mora atraviesa uno de los momentos más difíciles de toda la serie. Con varios de sus miembros críticos, en posiciones muy vulnerables, sus vidas están patas arriba.
Esta vez nos adentramos al México de hace 40 años, donde vemos a los personajes más mayores como Virginia, Ernesto, Salomón, Carmela y la introducción de otros personajes que aún no conocíamos.
En el presente
Purificación viaja a México para ser ella la abogada de Paulina y, como podemos imaginar, no sale bien. Esto desencadena la profundización del personaje que interpreta María León y desvelando su lado más oscuro que, personalmente, a mí me recordó tanto como a Norman Bates (Psicosis) como Tom Ripley (El Talento de Mr. Ripley).
También, el embarazo de Elena se convierte en otro foco de atención, el descubrimiento del padre y cómo Diego se obsesiona por querer tener una familia. Tanto llega a quererlo que, bajo la influencia de su familia que poco aceptan la condición sexual de Diego, hace una decisión que nos hace volver a una época anterior.
Se siguen tratando temas como la homofobia y la transfobia en la serie, con personajes como la familia de Diego y una nueva abogada que ayudará con el caso de Paulina.
Aparecen nuevos personajes que serán fundamentales para la resolución de los conflictos con la madre de Virginia, Victoria, quien quiere quedarse con La Casa de las Flores y echó a Ernesto de la casa en la que vivían. Una señora despiadada a la que solo le interesa la apariencia y volver a su querida edad de oro.
En el pasado
Un judío, un gay, un arruinado y una joven atrapada en un mundo de perfección ¿qué no podría salir mal?
Descubrimos que Virginia era una joven enamorada y rebelde, que apoyaba a la comunidad lgtb+ y a la que poco importaba lo que la gente pudiera decir de ella. También veremos romances que perdurarán en el presente y nos divertiremos con las locuras que el grupo de amigos llevarán a cabo.
Esto esclarecerá algunos conflictos y tramas que hemos visto en las temporadas anteriores como el enfrentamiento de los De La Mora y los Chiquis, o la relación con Carmelita.
Desde luego creo que estamos ante la mejor temporada de la serie, con la duración de los capítulos que son de entre 30 y 35 minutos aproximadamente, y estas nuevas tramas que refrescan la historia (porque ya lo necesitaba), se hace disfrutar de los capítulos.
Y como era de esperar, también tenemos un final bomba, como venía siendo habitual. Sin embargo esta es la temporada final de la serie. Existen diversas teorías sobre ese final, pero que, al final, serán teorías. Solo los escritores de la serie saben lo que ocurrió. Así que, sí, La Casa de las Flores termina en un final abierto, ¿la verdad? No podíamos tener menos.