Reseñamos I hate Fairyland, la aclamada obra de fantasía para adultos creada por Skottie Young
Gertrude era una niña cuando fue absorbida de la calidez de su hogar al País de las Hadas. De aquello han pasado ya treinta años, y Gertrude no solo sigue atrapada en el reino mágico, sino también en el cuerpo infantil con el que llegó.
Su búsqueda del camino de vuelta al hogar, guionizada y dibujada por Skottie Young y coloreada por Jean-François Beaulieu, ha estado marcada por un reguero de sangre y palabrotas. Y es que Gertrude está lejos de ser la niñita inocente que aparenta, hasta el punto de sembrar el terror por todo el País de las Hadas y hacer que la Reina Nubela llegue a conspirar contra ella.
Skottie Young plantea un cuento de hadas muy gamberro, reinterpretando los clichés de la fantasía y pasándolos por el filtro de la ultraviolencia y el humor negro. El primer tomo, Loca para siempre, narra el periplo de Gertrude y su guía, Larrigon Wentsworth III, buscando la salida del País de las Hadas, un recorrido que normalmente suele hacerse en un día, pero la cosa se complica.
El final del primer tomo plantea un cambio de paradigma para dar paso a una aventura de continuidad. El segundo volumen, De mal en peor, está formado por varios capítulos con narraciones autoconclusivas, aunque bien encajadas dentro de la historia de Gertrude. En este punto, la obra cobra además una deriva mucho más referencial: si ya lo era el primer tomo, en este segundo se suceden de manera frenética.
También destaca por su humor escatológico, muy moderado pero recurrente, que llega a convertirse en el leit motiv de uno de los episodios. En cualquier caso, no altera el tono desenfadado del conjunto.
El color de Beaulieu supone la guinda a una narración ágil y a un dibujo que no esconde sus influencias (desde lo kawaii a Disney), tamizadas mediante un estilo algo sucio y caricaturesco. La paleta de colores vivos y brillantes aleja el aspecto general de la mezcolanza estilística de underground light que ha llevado a cabo Young.
Con I hate Fairyland no se cumple el dicho de no juzgar un libro por su portada, ya que las imágenes que presentan ambos volúmenes (editados por Panini en tapa dura a un precio asequible) son muy elocuentes y resumen a la perfección el espíritu del cómic.
Aunque ha tardado en llegar, Panini está mostrando cierta prisa por ponerse al día con los recopilatorios estadounidenses. Normal, porque las aventuras de Gertrude dejan con ganas de más.