La Biblioteca Tezuka sigue creciendo, adentrándose en el vasto terreno que suponen las obras inéditas del mangaka en castellano.
Grand Dolls es una obra que Osamu Tezuka escribió en 1968, un año que estuvo marcado por las protestas estudiantiles, también en Japón. Pertenece a la etapa en la que el autor comenzó a abrazar el manga adulto, si bien en esta obra se limita a manifestarse en una tibia crítica social subyacente.
La década de los sesenta estuvo marcada en Japón por los movimientos estudiantiles de la Nueva Izquierda, que tendrían su punto álgido en los últimos años de la década. Paralelamente, en China había estallado en 1966 la Revolución Cultural, sacudiendo los equilibrios geoestratégicos de la región.
Así pues, no es extraño que en enero de 1968 Osamu Tezuka comenzase a publicar una serie cuyo prólogo se ambientaba, precisamente, en el contexto chino, para luego trasvasar la denuncia social hasta el presente nipón. No andaba desencaminado, puesto que 1968 sería un año clave en las protestas estudiantiles, hasta el punto de que el curso universitario 68-69 no pudo llevarse a cabo.
En cualquier caso, Grand Dolls no contiene un excesivo contenido político, más allá de la crítica a una sociedad aborregada y sin capacidad para defender opiniones que vayan contra lo que se considera correcto. Pero hasta esta se evapora en un desarrollo propio de la ciencia ficción más clásica, que toma influencias puntuales del cine estadounidense y las incorpora a su particular universo.
Al final, Grand Dolls conserva todavía un pie en lo infantil y juvenil, un terreno que Tezuka nunca abandonó del todo. Sin embargo, su presencia en esta obra acaba lastrando el desarrollo de la historia, llegando a adquirir un tono naif en el desenlace.
Se trata, por otro lado, de la historia más corta que se ha publicado en la Biblioteca Tezuka hasta la fecha, lo cual la convierte en la más accesible en formato y economía. Sin embargo, no es el título idóneo para entrar en la obra de Tezuka si no se le conoce de antemano.