Nuri Bilge Ceylan presenta El Peral Salvaje, su nueva película tras Winter Sleep. El turco regresa a sus origines en un trabajo existencialista.
Estreno: 2 de agosto
Choque de realidades. La verdad, esa que nunca quieres escuchar, pero que tienen que decírtela para abrir los ojos. El Peral Salvaje es esa película dura, realista, densa y con una intensa trama principal que brilla por su ausencia. No obstante, su belleza formal y narrativa hace que las tres horas de duración se pasen más rápido de lo previsto.
La película de Nuri Bilge Ceylan trata de un chico llamado Sinan, un joven recién licenciado al que le gusta la lectura y escribe su propia novela. El turco regresa a su pueblo natal, pero la complicada situación familiar provocada por las deudas de su padre hace que su vida se tambalee y vea peligrar cumplir su sueño.
En las conversaciones que se producen en la película cabe destacar la reflexión acerca el existencialismo. Temas como el paso del tiempo, el cambio de las personas, el conflicto generacional, el sentido del arte y la religión o la búsqueda de un hueco en un mundo en continuo conflicto hacen que se trate de un viaje personal hacia la madurez.
Bilge Ceylan no deja títere con cabeza. Se trata de una película con abundancia de primeros planos, pausados y en el que la temática tiene mucho más sentido de lo que parece. En el fondo el director quiere realzar los valores familiares y destacar que no puedes alejarte de tus genes.
Una película de contrastes
En el último trabajo del autor de Winter Sleep destaca sobre todo la belleza formal. El viaje que nos invita a hacer entre lo mundano y lo terral viene precedido de la realización del exterior y del interior. El juego de cámara del hogar familiar con planos oscuros contrasta con un exterior en el que la luz y el colorido juegan un papel fundamental.
La localización de la película permite que esa dualidad cobre sentido. Los barrios de extrarradio de la ciudad permite que el protagonista se dé cuenta de lo que quiere hacer. El hecho de haber sido rodada en plena naturaleza, permite que el espectador sea uno más de la trama y pueda reflexionar acerca de los temas planteados.
