Ralph Fiennes, reconocido por ser director y actor, estrena su última película en la que reencarna la vida del famoso bailarín ruso Rudolf Nuréyev.
Estreno: 3 de mayo
Sinopsis
El bailarín cuenta la historia de uno de los bailarines más relevantes de todos los tiempos, Rudolf Nuréyev. Se desarrolla durante la Guerra Fría, un contexto turbulento, en el que el artista viajará por primera vez a la Unión Soviética como parte de la Kirov Ballet Company y acabará huyendo, cambiando el rumbo de su vida por completo.
Fuente: DeAPlaneta
Así comenzó el proyecto
Ralph Fiennes es conocido en Rusia por apoyar el arte nacional y llevarlo a la gran pantalla. Sus dos primeros trabajos como director y actor fueron Coriolanus y The Invisible Woman. Ha sido candidato a numerosos premios por su trabajo y ganó un BAFTA al mejor actor de reparto por La lista de Schindler.
Desde que leyó la biografía de Nuréyev hace veinte años, ya estaba pensando en dirigir esta película: «Me pareció que tenía muchas posibilidades como película. Pero lo cierto era que no me veía dirigiéndola. Era solo una idea». Le atrajo la figura de Nuréyev, uno de los mejores bailarines del siglo XX y poco reconocido sobre todo entre los jóvenes. Por lo que el director quería trasladar la vida del bailarín y hacerla material sobre un soporte visual, que reflejase la increíble dedicación que necesitó el artista para llegar al éxito profesional.
Es una producción de BBC Films junto con Gabrielle Tana (La duquesa, Dancer, Philomena) y Carolyn Marks Blackwood, a través de Magnolia Mae Productions. BBC Films, Hanway Films, encargada de las ventas internacionales, y The Fyzz Facility cofinancian la película.
La productora Gabrielle Tana (ya había producido sus dos películas anteriores) apoyó el proyecto de Fiennes por la propia vinculación sentimental y personal que sentía hacia la historia. Fue bailarina de ballet hasta los 17 años y había visto al propio bailarín Rudolf Nuréyev en acción en el Royal Ballet. «Su vida era fascinante», dice Tana, entusiasmada. «Era una persona cautivadora, además de un artista excepcional. Llevó el ballet a otro nivel. Era una superestrella».
Fiennes y Tana no estaban interesados en hacer una película biográfica sobre la vida de Nuréyev. «Fue ese carácter, esa determinación de Nuréyev por descubrirse como artista lo que me atrapó», afirma Fiennes. El bailarín quería marcar la diferencia y atraer al público, en un contexto difícil de llevar a cabo, por el propio papel que cobraban los bailarines encima de un escenario donde básicamente su papel se reducía a interpretar «estatuas» frías de apoyo a las bailarinas.
«Queríamos hacer una película sobre alguien que fue excepcional y que rompió con las convenciones», coincide Tana. De esta manera, Nuréyev reinventó la figura del bailarín y «la volvió mucho mas dramática».
El ambiente de la película: el guion y la fotografía
Uno de los retos más importantes de una película es el guion. En este caso, Fiennes contrató a David Hare, que ya había trabajado con él en otros proyectos. Juntos decidieron la estructura temporal de la historia, en tres etapas con un orden cronológico alterado:
La primera, París en 1961, siguiendo con Leningrado entre los años 1955 y 1961, y por último los años de la infancia de Nuréyev, a finales de los 40. Todos se acaban entrelazando para reflejar la evolución del protagonista. La decisión de que fuese en tres partes fue clave para Hare. Para él es fundamental ofrecer siempre una nueva forma de contar las historias para que no se aburra el público que ya tiene muy visto las estructuras en dos partes: una historia principal y sus respectivos flashbacks.
«El arte, tanto del guion como del montaje, consiste en hacer parecer inevitable, aunque no sea inevitable en absoluto, la forma en que vas a contar la historia».
Hare también había conocido al bailarín pero en su época más famosa. La película no se iba a centrar en eso en absoluto. Sino en el trasfondo del protagonista, el por qué de su fama vendrá por dos motivos. El primero por, claramente, su manera de subirse e interpretar en el escenario y la segunda pero no menos importante fue por ser el primer ciudadano soviético «relevante» que huyó.
«Ralph y yo trabajamos solos», dice Hare. «Nadie nos presionó ni interfirió. Nos dejaron escribir lo que quisimos».
Fiennes exigió desde el principio que se hicieran los diálogos en ruso.
Fuente: DeAPlaneta
Por otra parte, rodar en tres lugares diferentes no fue nada fácil para los productores. La película se desarrolla sobre todo en Leningrado y París, donde conseguir los permisos necesarios no fue tarea fácil. «Todos sentíamos que teníamos que rodar en aquellos sitios. Necesitábamos autenticidad», afirma Tana.
Además, contaron con la ayuda de la compañía rusa de producción Globus Film, con la que consiguieron grabar en el Museo del Hermitage, convirtiéndose en el segundo equipo de rodaje que lograba filmar en su interior (el primero fue Alexander Sokurov con El arca rusa, en 2002).
También han rodado en el Museo del Louvre de París, en el que vemos cómo el protagonista se queda contemplando La balsa de la Medusa de Gericault. La emotividad de esta escena está acompañada por el ambiente musical que trabaja Eshkeri, el cual ya había trabajado con Fiennes en sus primeras películas. El artista tiene en cuenta el momento y lugar en el que ocurría la escena.
«Enseguida me di cuenta de que se trataba de una historia emocionalmente muy complicada de narrar. Las emociones complejas son algo que la música puede expresar», afirma Eshkeri.
Ralph Fiennes junto a su equipo durante el rodaje de la película / Fuente: DeAPlaneta
Cuando el personaje están en París puede notar un aire vanguardista, propio de los años 60. Por el contrario, las escenas de Leningrado no tienen música.
«Cuando Ralph y yo nos reuníamos, hablábamos mucho de sentimientos y de emociones, y en especial sobre lo que pensábamos que Nuréyev estaba viviendo en ese momento concreto».
El director para llevar a cabo su creación se apoyó en el director de fotografía Mike Eley, con el que declara haber tenido una de las «mejores relaciones creativas» de su carrera. También, para hacer las escenas de ballet, le acompañó Johan Kobborg, bailarín profesional y coreógrafo del Ballet Real de Dinamarca.
«Se rodea de personas que le quieren, y él necesita eso, porque si no la tarea a la que se enfrenta sería absolutamente imposible», apunta David Hare. «Sin ese ambiente de colaboración total no creo que hubiera podido hacer lo que hace».
Conoce a los personajes
Lo más difícil fue encontrar al actor que interpretase a Nuréyev. Hasta que se decidieron por el bailarín ucraniano, Oleg Ivenko, del Ballet Estatal Tártaro. El director explica que su impresión fue el de un bailarín fabuloso con un gran potencial para la actuación y que, además, se parecía a Rudolf Nuréyev pero no fue hasta que lo vio actuar cuando se dio cuenta de que era verdad. Ivenko demuestra una gran admiración por Nuréyev. «Se subía al escenario y vivía su vida sobre él. A menudo los bailarines son como robots, interpretan una combinación de movimientos, pero él salía allí y lo vivía».
Sergei Polunin fue bailarín principal del Royal Ballet e interpreta en la película a Yuri Soloviev, el compañero de piso de Nuréyev en París. Polunin estuvo involucrado en el documental Dancer en 2017, también producido por Tana y ha actuado en otras películas, como Asesinato en el Orient Express.
Chulpan Khamatova para el papel de Xenia Pushkin. Xenia es la mujer de Alexander Pushkin (interpretado por el propio Fiennes y supone su tercera película como director y actor), mentor de Nuréyev y profesor en la Escuela Coreográfica de Leningrado (la actual Academia Vagánova de Ballet, dependiente del Ballet Kírov). El matrimonio Pushkin acogió bajo su protección y en su propio hogar a Nuréyev, que se encontraba lejos de su familia, que vivía en Ufá, en Rusia central. Cuando se lesionó, le ayudaron a recuperarse. «Estamos bastante seguros, y aunque no puedo demostrarlo nadie lo desmentirá tampoco, de que Nuréyev tuvo una aventura con la mujer de Pushkin«, apuesta Hare.
Por otro lado, la mejor amiga de Nuréyev, Clara Saint, es interpretada por Adèle Exarchopoulos. Clara está pasando por una mala época: su novio y el hermano de este acaban de fallecer. Entre Nuréyev y Clara se crea un vínculo especial de conexión y apoyo.
Fuente: DeAPlaneta
El bailarín sugiere que una de las razones por las que Nuréyev huyó fue porque la situación con el matrimonio Pushkin se volvió muy opresiva, al darse cuenta Nuréyev de que era homosexual.
DeAPlaneta
«Todo estaba conectado dentro de él. Escuchaba su voz interior y todo lo que resultaba interesante a nivel personal. Se marcó esa línea y ya no se alejó de ella. Eso es lo más interesante de él», señala Ivenko.
Puedes ver el tráiler oficial aquí:
