No solo ha cambiado nuestras vidas, sino que la COVID-19 ha entrado de lleno a la industria que entretiene estos días en casa: el cine y la televisión.
El nuevo coronavirus –COVID-19- ha azotado a todas las industrias y a nuestro propio modo de vida. Por eso, el cine y la televisión no se escapan de este cambio repentino y sufren también las consecuencias de esta enfermedad.
En diferentes puntos del mundo se ha ordenado el confinamiento de la sociedad en sus casas, como está pasando ahora mismo en España, Italia, Francia o Reino Unido. En Estados Unidos, aunque no es obligatorio, los ciudadanos están quedándose en casa y recomendando esto mismo a los demás. Gracias a las nuevas tecnologías, el tiempo que pasamos en el hogar puede hacerse más ameno y ayudan a sobrellevarlo. Muchos optan por el entretenimiento en plataformas de streaming como Netflix, HBO o, ahora, Disney+. Parece que estas plataformas están ahí por arte de magia con todas las series y películas que queramos ver y que, con el tiempo, la oferta irá aumentando. Sin embargo, lo cierto es que muchos de los contenidos de estas plataformas (y producciones ajenas a ellas) se han visto afectados también por esta afección.
Se retrasan los estrenos de películas y series
Lo que más vamos a sufrir son los cambios de fecha de las series y películas más esperadas. Debido a esta emergencia sanitaria que obliga a que las personas no se puedan reunir o siquiera salir a la calle sin causa justificada ha hecho que los rodajes se pospongan y, por ende, sus estrenos sean más tarde de lo previsto.
Ejemplos de esto son SKAM España, que ha parado el rodaje de su cuarta temporada; Peaky Blinders, la serie del momento que se encuentra disponible en Netflix también ha retrasado el rodaje de su futura temporada, así como pasa con el rodaje de The Witcher. La reunión de Friends también ha tenido que aplazarse, así como el rodaje de Anatomía de Grey. La película de Mulán se ha sumado pisando el freno a su fecha de estreno.
Otros títulos afectados
No solo se han visto afectadas producciones de plataformas online, sino que se suman la película ADAM, que pospone su fecha de estreno y todos los eventos relacionados; Ilargi Guztiak. Todas las lunas también aplaza su rodaje tras cuatro semanas de trabajo debido a la COVID-19. También se han visto afectadas muchas más películas como Rompiendo las normas, La Belle Époque o Las letras de Jordi, que aún no tienen nueva fecha para salir a la luz.
Por otro lado la entrada de la COVID-19 en el cine no nos deja solo con cancelaciones, pues hay algunas producciones de las que sí sabemos nuevas fechas:
- Inconveniente: la ópera prima de Bernabé Rico será la primera de la que podamos disfrutar el 3 de abril.
- Salir del ropero: una comedia familiar producida por Andrés Santana y dirigida por Ángeles Reiné, se estrenará el próximo 10 de abril.
- Una ventana al mar: protagonizada por Emma Suárez, llegará el 24 de abril.
- Ofrenda a la tormenta: dirigida por Fernando González, se pospone hasta el 12 de mayo.
- Cartas a Roxanne: se preveía para el 27 de marzo y finalmente saldrá a la luz el 15 de junio.
Los festivales buscan nuevas fechas
Por supuesto, no solo se han visto afectadas las producciones, sino que un gran motor de la industria como son los festivales de cine han tenido que parar sus celebraciones, a la espera de nuevas fechas para poder disfrutar de sus alfombras rojas.
El 23 Festival de Cine de Málaga -se iba a celebrar del 13 al 22 de marzo- ha tenido que cancelarse a causa de esta emergencia sanitaria, y se está buscando una fecha en la que sea seguro llevarlo a cabo. En esta misma situación se encuentran Iberseries, que ha aplazado su primera edición, o los mexicanos Premios Platino Xcaret del cine Iberoamericano, cuya séptima edición se ha visto también afectada.
La Academia toma también medidas
El presidente de La Academia, Mario Barroso, ha enviado una carta a los académicos. En ella califica al sector del cine como frágil y vulnerable y, además, añade que «la naturaleza precaria de nuestro mercado laboral y la desprotección social de los nuestros nos dejan indefensos en una situación de incertidumbre como la que estamos viviendo».
Es por esto que la Junta Directiva ha acordado la suspensión del pago de la segunda cuota trimestral (correspondiente a abril, mayo y junio) a aquellos académicos que se vean afectados económicamente por la crisis y no puedan afrontar este pago.
Los actores y actrices, otro daño colateral
Por su parte, la Unión de Actores y Actrices ya cuantifica sus pérdidas en más de 6 millones de euros a causa del coronavirus. Los datos de despidos son de un 23 %. Desde la crisis de 2008 no ocurre algo parecido. Aunque se esperaba que esta crisis sanitaria tocara al sector, no se estimaba que fuera a estos niveles.
Además de sufrir la intermitencia que el trabajo supone, puesto que trabajan por contratos de obras y servicios, se ha de sumar el tiempo del Estado de Emergencia que ha hecho la suspensión de estos acuerdos profesionales.
Es clara la intrusión de la enfermedad en este sector y cómo se está viendo muy afectado. Paradójicamente, es este el principal sustento de entretenimiento presente ahora en la mayoría de las casas a través de las diferentes plataformas digitales. Por lo tanto, cuando todo esto ocurra, al igual que se pide que si hacemos turismo, lo hagamos interior, vayamos más al cine para ayudar a aquellos que en estas semanas de confinamiento nos están ayudando.
Por supuesto, no dejamos de aplaudir por los sanitarios, los profesionales del sector primarios, las fuerzas del Estado, cuyas labores están siendo esenciales fuera de la casa, pero también aplaudimos a esta industria, a los medios de comunicación, que hacen también tareas esenciales dentro de casa.
#QuédateEnCasa
