Adaptaciones literarias y reboots de clásicos ya no aseguran una saga cinematográfica. Estos son los estrenos de 2018 que se quedarán en ‘continuará’.
Se acaba 2018. Es tiempo de echar la vista atrás a lo que nos ha traído este año, a lo bueno y a lo no tan feliz para aprender de los errores. La industria del cine acostumbra a ofrecer ejemplos destacados en ambos sentidos. ¿Adaptaciones de libros aclamados por la crítica o el público? ¿Actualización de los héroes más queridos por el público o apoyo de grandes productores del cine? Un año más se confirma que no existe la fórmula eterna del éxito, y estos casos mencionados desde luego parecen no haberla encontrado.
El top de películas más taquilleras de este año está lleno de secuelas, expansiones de universos cinematográficos y adaptaciones. Aunque crear sagas parece ser la tendencia actual para triunfar, no siempre es tan fácil despegar un mundo narrativo nuevo, aún cuando no parta desde cero. Juntando todas estas claves, este año ha habido algunas películas que se perdieron en su intento de vender sus secuelas o encajar en la moda y se olvidaron de triunfar por sí mismas. Estos son 5 ejemplos de los quiero y no puedo más destacados de 2018.
Tomb Raider (Roar Uthaug)
Presupuesto: 94 mill. $ Recaudación: 274 mill. $
Lo que la crítica dijo. Con una media de 5.4 en Rotten Tomatoes y la crítica dividida literalmente por la mitad, se destacó el esfuerzo de Alicia Vikander («la única eleción con sentido»), aunque la acción es «trepidante pero poco consistente» y el guion «no está especialmente agraciado».
Lo que nos hemos perdido. Si la anterior Tomb Raider consiguió secuela, ¿qué mínimo con esta nueva versión protagonizada por la oscarizada Alicia Vikander? Vale que los filmes de Angelina Jolie derrochaban justo de lo que esta flaquea: acción. Sin embargo, el maniqueísmo de aquellas aquí era sustituido por una Lara más humana e inteligente pero creíble, que sangra, se equivoca y llora. Una pena que eso no sirviera para convertirla en el taquillazo fácil que podía haber sido en marzo sin apenas competencia. La escena post-créditos dejaba entrever más dinamismo y despreocupación para la siguiente, además de seguir con algunos de los misterios (quizás demasiado sobrenaturales) que el padre de Lara dejó. La verdad sea dicha, la película no deja tampoco muchos frentes abiertos, y es mejor consumirla así: como un producto unitario, con buenos apuntes pero cosas muy mejorables.
Mentes Poderosas (Jennifer Yuh)
Presupuesto: 34 mill. $ Recaudación: 41 mill. $
Lo que la crítica dijo. Un suspenso y más del 80% de críticas negativas, las comparaciones con sagas como Divergente y El Corredor del Laberinto salieron a la palestra, identificando su target exclusivo entre «aquellos que acaban de cumplir 14 o 15 años».
Lo que nos hemos perdido. El pescado ya estaba vendido desde el tráiler: ni la factible taquilla veraniega impidió que Mentes Poderosas se convirtiera en la enésima confirmación de que las sagas literarias young adult y distopías al estilo Los Juegos del Hambre ya no funcionan en cine. La trilogía de Alexandra Bracken seguía con Nunca Olvida y Una Luz Incierta, donde se continúa el empoderamiento bastante típico de la joven protagonista mientras ella se obceca con el que solía ser el gancho de taquilla: la historia de amor. La falta de profundidad en ambos aspectos hubiera hecho que las siguientes dos adaptaciones cinematográficas llevaran al espectador a un más que evidente final sin grandes derroches de acción de por medio.
Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte (Fede Álvarez)
Presupuesto: 43 mill. $ Recaudación: 34 mill. $
Lo que la crítica dijo. Con apenas el 40% de críticas positivas, el aprobado raspa el 5 por «el carisma del personaje protagonista», aunque esta haya «sido reducida a una figura tipo Batgirl» o una «Lisbeth Salander de marca blanca».
Lo que nos hemos perdido. Una identidad americana propia a la saga. Fincher lo consiguió a pesar de adaptar el primer libro que ya había tenido su propia película. Fede Álvarez (No Respires) no tenía el obstáculo de las comparaciones, pero el guion fue su propio enemigo al tratar de ofrecer un thriller de espías al estilo americano de James Bond con un trasfondo sueco. Como si predijera su fracaso, el filme introduce elementos del final del libro y de su continuación recientemente publicada. Se nota que el cuatro y quinto libro ya no están escritos por Stieg Larsson, y ese carácter de trilogía nueva (se cambia la historia del padre por la de otro personaje importante) y actualizada (peso de las nuevas tecnologías e Internet en las tramas) podría haber contado con una igualmente novedosa adaptación cinematográfica. Una pena que la tradición y la necesidad de vender hayan surtido el efecto contrario. Quien quiera descubrir esas nuevas historias de corrupciones y abusos con un oscuro trasfondo familiar que ha logrado continuar David Lagercrantz, tendrá que meterse de lleno en sus extensas páginas.
Robin Hood (Otto Bathurst)
Presupuesto: 100 mill. $ Recaudación: 73 mill. $
Lo que la crítica dijo. Casi el 90% de críticas negativas sepultaron esta versión fervientemente mofada por parte de la crítica a causa de su «ausencia de lógica interna» y «no ser lo suficientemente inteligente». Sin embargo, en este poco fuelle se reconoce un «entretenimiento más honesto que otras versiones».
Lo que nos hemos perdido. Todo lo contrario que el ejemplo anterior: este nuevo forajido de Nottingham abraza desde el principio (esa voz en off como declaración de intenciones) su nueva identidad alejada de la figura clásica de Robin Hood, más actual y despreocupada. Quizás por ello son más palpables (y efectivas) las lecturas políticas y sociales. Taron Egerton podría haber seguido como pez en el agua y claro protagonista como demostró en Kingsman: El Círculo de Oro. Ese es quizás el reflejo de lo que podría haber dado una secuela: más acción, más profundización en los personajes y giros importantes como el que ofrece el final del filme. Este es de los pocos ejemplos que sí merecía tener una continuación, tanto por su franqueza y entretenimiento, como por no ser tan explícita en su origen y planteamiento sobre las secuelas a realizar.
Mortal Engines (Christian Rivers)
Presupuesto: 100 mill. $ Recaudación: 55 mill. $ (tras 2 semanas en cartelera, datos a 27/12/2018)
Lo que la crítica dijo. A pesar de catalogarla como prometedora y dinámica, la crítica mayormente negativa ha subrayado la falta de emoción y de rumbo en el final. Toda esa intensidad que asegura Peter Jackson parece no afianzar su continuación.
Lo que nos hemos perdido. Peter Jackson vio potencial cinematográfico en la tetralogía de Philip Reeve, y su primera (y posiblemente única) adaptación así lo demuestra. El filme construye un amplísimo universo visual y sabe construir una cerrada línea narrativa con justificados huecos para rellenar en secuelas y spin-offs. Quizás este pasado hubiera sido el más interesante en explorar (la acción transcurre miles de años en el futuro, y los cambios en este tiempo tienen ecos sociales y políticos). A lo mejor una plataforma en streaming podría resucitar esta saga como recientemente ha hecho Netflix con Las Crónicas de Narnia. La continuación de Mortal Engines se llama El oro del depredador, y en ella habríamos podido ver en pantalla grande una nueva ciudad de hielo venida abajo tiempo atrás, por lo que seguramente se habría explorado ese interesantísimo pasado. Esperemos que el director de El Señor de los Anillos y El Hobbit encuentre la forma de concluir una vez más una saga épica, ya sea en cine o en televisión.