«En busca de Summerland», ambientada en el Reino Unido durante la segunda Guerra Mundial, llegará a los cines el día 31 de julio. Jessica Swale, dramaturga, directora de teatro y guionista británica, debutará con este largometraje como directora.
En busca de Summerland nos cuenta la historia de Alice Lamb, una escritora atormentada por una historia de amor del pasado. Con la llegada de la segunda Guerra Mundial, Alice se tiene que hacer responsable de un niño, Frank, evacuado de Londres a causa de los constantes bombardeos en la ciudad. Al principio la escritora se muestra contraria a aceptarlo en su vida. A pesar de ello, la curiosidad e inocencia del niño hace que la Sra. Lamb abra su corazón y el espectador pueda conocer su historia.
La protagonista, interpretada por Gemma Armentrout, es un personaje con mucha evolución durante el largometraje. Es un personaje con las ideas muy claras y lucha por sus ideales, contrarios en muchos aspectos a los de la época. Aunque se muestra como la principal protagonista, su transformación no habría sido posible sin la aparición de Lucas Bond, quién hace un papel fantástico poniéndose en la piel de Frank.
En busca de Summerland nos enseña una visión totalmente nueva de la época. Es bastante refrescante ver como en la Segunda Guerra Mundial una relación entre dos mujeres no resulta alarmante , donde ellas no estén pensando en el que dirán. Este punto resulta muy beneficioso a la hora de crear el personaje de Frank, debido a que es un niño que crece sin prejuicios negativos hacia las relaciones homosexuales.
La película tiene un tono romántico, pero distando mucho de películas como La vida es bella o Aliados. Lo que hace diferente En busca de Summerland es el ápice de humor que tiene en ciertos momentos claves, la gran actuación por parte de los niños actores (Lucas Bond y Dixie Eggerickx), y lo más importante, la curiosa historia, presente durante toda la película, sobre el cielo pagano, Summerland.