El 52º Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya se presenta más apocalíptico que nunca, con un late motiv que hace referencia a la película de culto Mad Max. Sitges 2019 se celebrará entre el 3 y 13 de octubre.
Hoy se han dado a conocer los primeros detalles sobre la próxima edición del Festival de Sitges. Como principal protagonista, la ambientación. Sitges 2019 retrocederá 40 años, hasta las películas de corte apocalíptico, con Mad Max como gran protagonista y late motiv de esta edición.
No será esta la única película revisitada. Se recordarán otras cintas emblemáticas de la época, como The Warriors, Rescate en Nueva York o Alien, la cual ya protagonizó la edición de 2009, y que, en palabras del director Àngel Sala, «nos ha dado al monstruo más bonito de la Historia del cine».
También se pondrá el foco en la llamada exploitation italiana de este tipo de películas: imitaciones que en su momento fueron denostadas por la crítica, y que hoy también se consideran obras de culto.
Por ello, el libro oficial de Sitges 2019 será Apocalypse domani. La década dorada de la exploitation italiana de ciencia-ficción (1977-1990), una obra retrospectiva dedicada a estos títulos, muchos de los cuales serán proyectados durante el festival. Estará disponible a partir de octubre, y lo firman diversos críticos y expertos del género.
El cartel
El gran protagonista de Sitges 2019 también es el inspirador del cartel de la edición. Un coche que alude directamente a Mad Max, con la fecha de 1979 bien visible en su chasis. Además, el paisaje desértico nos lleva a la Australia árida en la que esa película fue rodada, pero también, al ambiente de catástrofe buscado.
Fantasic 7
Otra de las novedades que se explicaron fue el foro Fantastic 7. Se trata de una iniciativa internacionalista creada por el Festival de Sitges, el Marché du Film del Festival de Cannes y Bernardo Bergeret, fundador de Blood Window. Busca fomentar el cine de género a nivel mundial. Su primera edición, celebrada en Cannes y apadrinada por Juan Antonio Bayona, contó con la participación de siete festivales, cada uno de los cuales presentó una película. En el caso de Sitges, se trató de Baby, del cineasta Juanma Bajo Ulloa.
Más allá del cine
El director de Sitges, Àngel Sala, ha puesto especial énfasis en la importancia de la literatura de género. «Las adaptaciones son cada vez más importantes», ha explicado. Por ello, por segundo año consecutivo, se lleva a cabo Taboo’ks, una iniciativa para presentar proyectos literarios en busca de adaptación audiovisual.
En este sentido, ha señalado que Sitges no busca ser un espacio solo dedicado al cine, sino que habiendo «una comunidad del fantástico, que sea la gran casa».