Reseñamos La oveja samurái 2. Bambú, la segunda entrega de las aventuras de este samurái antropomorfo creado por Fran Carmona y Santiago Girón
El guionista Santiago Girón y el dibujante Fran Carmona han retomado La oveja samurái (Ominiky, 2015) con una secuela (que abre la puerta a la serialización aperiódica) titulada Bambú.
Heredera espiritual del Usagi Yojimbo de Stan Sakai, La oveja samurái es la historia de un guerrero del Japón feudal, con la particularidad de que se trata de un mundo habitado por animales antropomorfos. En cada uno de sus tomos, se enfrenta a una aventura autoconclusiva, narrada en forma de flashback por el que fue discípulo del samurái, un venerable mono anciano.
Uno de los rasgos más destacados de La oveja samurái es su humor gamberro y desenfadado. Abundan los gags, tanto dentro de la trama como en segundo plano, que convierten la aventura en un divertido viaje lleno de acción y enemigos que vencer.
Otro de sus puntos fuertes es, sin duda, el dibujo de Fran Carmona, quien muestra una desbordante imaginación a la hora de crear todo un elenco de personajes (protagonistas, secundarios, figurantes…), a cada cual más variopinto.
Además, Carmona logra dotar a estos personajes de una gran expresividad, algo muy complicado de conjugar con los rasgos humanos, especialmente en el rostro. Sin embargo, Carmona alcanza un equilibrio entre el aspecto natural de cada una de las especies que aparecen reflejadas y el uso de un amplio abanico de expresiones, desde las más serias y “realistas” hasta las más caricaturescas.
Ominiky Ediciones ha presentado cada uno de los tomos de La oveja samurái en una cuidada edición, en tapa dura y a un precio muy ajustado, facilitando el acceso al público más indeciso. Solo nos queda esperar que Santiago Girón, Fran Carmona y Ominiky decidan seguir acercándonos las aventuras de La oveja samurái.
