Tras una espera que ha resultado eterna para los incondicionales de Amaia Romero Arbizu, ahora sí que sí, Amaia ha llegado para quedarse con su último sencillo, El Relámpago, acompañado de un videoclip que no deja a nadie indiferente.
«Estás en casa mirando por la ventana y le das play al nuevo single de Amaia. Pinta tormenta. Su voz aparece tímida, acompañada de piano, como los últimos rayos escondidos detrás de unas nubes que se acercan. Sales a la calle y empieza a llover. Miras al cielo y las gotas caen con fuerza mientras escuchas cómo ella sigue destellando. Ahora bajo, batería, guitarras y teclados bañan tu cara. ‘Por fin llueve’, piensas. Vuelves a levantar la cabeza y un Relámpago rompe el cielo. Repentino, poderoso y desbordante. ¿Te suena? Es la fuerza de la naturaleza, es Amaia en estado puro. Llega de entre las nubes, trae luz a la oscuridad. Y ya se sabe, el relámpago es solo el primer aviso… El trueno aún está por llegar».
Amaia, la chica a contracorriente, vuelve. Esta vez parece que para una larga temporada, con El Relámpago recién entrada la primavera. Así es ella y así lo ha demostrado. La artista no entiende de presiones, tiempo ni expectativas. O igual sí, pero es algo que ella misma decidió que no influiría en el camino hacia su nueva carrera musical. Hay que romper las normas para ser recordado y la artista se convenció de que, quienes quisieran disfrutarla, la esperarían.
Ha pasado un año y tres meses desde la final de la penúltima edición del programa de RTVE Operación Triunfo. Un programa que registraba una audiencia única desde hacía mucho tiempo para la cadena, que culminaba con la coronación como ganadora de Amaia Romero Arbizu, una pamplonica con tan solo 19 años que cautivó a medio panorama musical español en el transcurso del programa.
Pero para muchos esa imagen de niña perfecta ha quedado atrás. Otros dicen que esa artista ya ha quedado en el olvido. Sin embargo, no sabemos si aquella Amaia que rompía esquemas, enamoraba y cautivaba con su timidez y nos elevaba a milímetros del suelo con su dulce voz es la misma Amaia que hoy avisa de la tormenta que trae consigo sus primeras gotas.
Amaia, a secas
Amaia ha pendido de una cuerda floja y tensa, delicada y vacilante durante el proceso de más de un año que ha durado la creación de una seña de identidad que incluso la artista desconocía. Un proceso de introspección que como ya ha dicho la artista en varias ocasiones no ha sido fácil. Pero encontrarse a uno mismo no es un proceso corto.
Hoy en día, los críticos melómanos que componen la sociedad musical exigen de etiquetas para situar a cada uno de los nuevos y no tan nuevos artistas que componen el panorama en el lugar adecuado. Sin embargo, la pamplonica se ha tomado el tiempo que ella ha visto conveniente para un proyecto diferente al resto, un proyecto que no necesita presentaciones porque el mismísimo tiempo lo ha descrito por sí mismo.
Así pues, reprocharle a la artista el tiempo que se ha tomado en conseguir su esencia propia, una personalidad que ha conseguido hacerle y hacerla diferente, sencilla y firme ante una realidad que la esperaba expectante y con ojo crítico, incluso para el más ciego, sería no reconocer quién es hoy Amaia Romero Arbizu.
El Relámpago
La artista cuenta en El Relámpago el proceso que todo el mundo en pleno siglo XXI atraviesa tras una ruptura, expresando cómo se siente en cada momento a través de los cambios de ritmo durante la canción, la intensidad en la melodía y la fuerza en una voz dulce y desgarradora al mismo tiempo.
Hoy Amaia es relámpago, así que dejemos paso a la tormenta y esperemos que lluevan éxitos para una artista que, desde el primer momento, demostró ser especial.
