River Plate y Boca Juniors deberían haber disputado este Sábado la final de la Copa Libertadores, pero varios altercados en los aledaños provocó la suspensión de la final.
El Sábado 24 de Noviembre era una fecha marcada en Argentina y en todo el mundo puesto que River Plate y Boca Juniors se verían las caras de nuevo en el Monumental para resolver la vuelta de la final.
Sábado 24
River y Boca son dos equipos que tienen grandes aficiones aunque algunas de ellas son radicales, así pues se esperaba un partido de alto Riesgo. Así pues se iba acercando la fecha prevista y el autobús de Boca se encaminaba hacia el Monumental, donde en el camino, cerca del estadio, les esperaba los hinchas de River. La seguridad que rodeaba al autobús de Boca no era suficientes para mantener a los hinchas de River. Así pues, casi al llegar al estadio, hinchas de River apedrearon con piedras, gases lacrimógenos y pimienta al autobús de Boca, lo que dejó algunos heridos, al romper los cristales. La Llegada de Boca al estadio fue muy peligrosa. Jugadores de Boca y Cuerpo técnico tuvieron que marchar a vestuarios al resultar heridos. Uno de los jugadores más importantes puesto que es el capitán tuvo que ser trasladado al hospital, este fue Pablo Pérez.
Momentos de incertidumbre los que se vivía en el Monumental. La Conmebol retrasaba el partido una hora tras los altercados, esto fue una noticia muy mala para Boca que no se veía en igualdad de condiciones. Pablo Pérez llegaba del hospital con una bronca tremenda tras enterarse que se jugaba, así pues Tévez hablaba para los medios diciendo que le obligaban a jugar. Así pues la Conmebol lo retrasaba 1 hora y 15 minutos más, mientras que seguían los altercados en los aledaños del Monumental. Quedaban 20 minutos para empezar el partido y no estaban los onces, lo que suponía que no se iba a jugar.
Se suspendió el partido gracias a la plantilla de River puesto que querían ganar en misma igualdad. Aún así, los altercados no cesaban y la Conmebol postergó el partido para el Domingo 25. Delincuencia, peleas y altercados que no dejaron ver el Superclásico el día 24. Además, se clausuraba el Monumental.
Domingo 25
Se levantaba un nuevo día en Argentina, tras la bochornosa imagen vivida el Sábado. Así pues, el partido debería haberse jugado pero un comunicado de Boca, fue decisivo. Tras una reunión se determinaba que no habría partido hasta nueva fecha. Así pues el superclásico tampoco se jugó el día 25. La final era suspendida, lo cual era algo que se veía venir tras los altercados.
La Conmebol en un comunicado explicó que la nueva fecha de la final será analizada el Martes 27 a las 10 hora Argentina, con los presidentes de Boca Y River.