El vocalista de la banda de rock Extremoduro presenta el sábado 20 de noviembre su nuevo trabajo en solitario ‘Mayéutica’. Lo hará en un concierto en el Wizink Center sin sillas en pista.
La larga espera de los seguidores de Extremoduro y Robe Iniesta ha llegado a su fin. Tras las constantes polémicas y discusiones a través de comunicados en redes sociales sobre aplazamientos y cancelaciones de la gira de despedida de Extremoduro, las canciones más conocidas del rock español al fin vuelven a sonar en directo por toda España.
Eso sí, es Robe Iniesta en solitario y no Extremoduro quien las defiende en los escenarios en el marco de su gira Ahora es el momento. El compositor cacereño vuelve a girar por todo el país para presentar su nuevo trabajo Mayéutica (El Dromedario Records, 2021). Madrid es la última en sumarse a la lista de ciudades que acogen la presentación del proyecto, cuyo anuncio fue publicado hace tan solo dos semanas en redes sociales:
Un concierto en el que, como indica el propio Iniesta, «por fin se podrá estar de pie en la pista. Y bailar. Joder, bailar». La cita con los seguidores de las canciones de una de las bandas más importantes del rock español y su líder tiene lugar el día 20 de noviembre a las 21:00, con apertura de puertas en el Wizink Center desde las 19:30. Las entradas en pista ya están agotadas, pero aún quedan algunas disponibles en grada a través de este enlace.
‘Mayéutica’, una continuación de ‘La ley innata’
Robe Iniesta regresó este 2021 con un nuevo disco bajo el brazo y que ahora está presentando por toda España. Mayéutica, el trabajo con el que regresó a lo más alto de las listas de ventas en España. Un disco compuesto diez años después de La ley innata (Warner, 2008), el álbum que puso a Extremoduro en lo más alto con un proyecto conceptual en el que reinaban las canciones extensas.
Mayéutica es de alguna forma una prolongación de aquellos largos temas divididos en movimientos, recurso que el cacereño vuelve a utilizar ahora con este trabajo en solitario que no ha dejado indiferentes a sus seguidores. Un álbum que suena a madera y a violín, sin la personalidad del sonido de Extremoduro, pero armado con grandes músicos e instrumentistas que ofrecen un viaje sonoro muy interesante por la poesía de uno de los compositores de rock más importantes de este país.