Se inaugura esta segunda edición del Caudal Fest de la mano de una de las mejores empresas del panorama actual. Ejemplo de organización, disciplina y ganas de pasárselo bien.
El Caudal Fest , el cual, poco a poco se va ganando un puesto en el Pódium de festivales dentro de nuestro territorio nacional, ha sido ejemplo de este Know How que caracteriza a la empresa organizadora, dejando a todos los presentes con ansia de que lleguen las 17:45 del día siguiente para continuar con nuestra #ÚltimaFestadoVerán.
Bajo un inusitado sol se abren tímidamente las puertas del festival, inaugurando esta edición de 2019 de la mano de los rockeros vascos por excelencia. Bocanada viene Más animal que nunca dejando en los presentes un regusto que marcaba el tono preponderante de este primer día de festival dominado por el Rock n’Roll, los mensajes de denuncia y los gritos a la libertad.
Tras esta fuerte presentación llegan Los Bengala, un tándem de guitarra y batería que suena a ganas de bailar. El dúo formado por Guillermo Sinnerman y Borja Téllez aporrean sus respectivos instrumentos animando a aquellos primeros visitantes que comienzan a aglomerarse en la gran explanada del escenario principal. Con canciones como El Guateque o Jodidamente Loco se llevaron al público a su terreno consiguiendo que cada vez más gente se acercara a comprobar el buen rollo que transmiten sus camisas de leopardo.
De repente, cuando comienza a bajar la intensidad del sol, se abarrota el recinto de los Jardines del Palacio de Congresos. Y es que todos sabemos quien llega… Como no podía ser de otra forma, La Pegatina con su explosión de color, confeti y buen rollo convierten las ultimas horas de la tarde en una verbena sin precedentes.
“Somos La Pegatina y venimos a pasárnoslo bien”.
¡Lo prometido es deuda! los mestizos rumberos consiguieron que un público entregado se agachara , saltara e incluso bailara: todos al mismo compás.
Además, los catalanes añadieron el punto cómico preguntando a todos los presentes: ¿Por qué os extrañáis de la lluvia? Vamos a ver, traéis a Marea a un festival cuyo nombre es Caudal… ¿Qué os esperabais?- esto les sirvió como preludio para su archi-conocido Lloverá y yo veré, el cual venía como anillo al dedo en vista a la poco halagüeña predicción meteorológica para la noche. Como cúlmen a esta fiesta technicolor un entregado Adrià Salas se precipitó hacia el público, deslizándose entre los brazos de la gente siguiendo el fluir de la tarde.
Bajando los decibelios llega la orensana Marem Ladson pidiendo a todos los presentes que se aproximen al escenario más pequeño e íntimo del festival.
Acompañada de una polifacética banda, con un vozarrón y una guitarra eléctrica, Ladson se mete al público en el bolsillo de sus holgados pantalones negros.
Con una tímida presentación regala al público un momento de magia. “Ya sé que tras la fiesta que habéis tenido, esto es un poco bajón. Pero quiero que aprovechéis esta oportunidad para echaros todas las miraditas que necesitéis…y para que bailéis” palabras que vienen acompañadas del Mi menor que introduce sus Shades of Blues.
Marem Ladson acompañada de su guitarra
Con la entrada de la noche llegan Los Lobos, los burgaleses integrantes de una de las bandas del momento: La M.O.D.A. Un entregado Gabriel comienza, como en todos sus conciertos con unas tímidas Nubes Negras que, paradójicamente, representan a la perfección el color del que comienza a teñirse el cielo. Con una estética dominada por los tonos de rojo y una niebla espesa, dan entrada a una noche cargada de misticismo. Como rezaba algún cartel, de una de las más entregadas fans que ocupaban las primeras filas : “Hoy volvéis a ser Héroes del Viernes” y tal y como sucedía en 1932 “jamás pensamos en ser nada más que jóvenes” ¡ Y Bendita Juventud!
Mientras se empezaban a llenar los Food-trucks cargados de gastronomía de todas partes del mundo, recibimos otro grupo de rockeros de esos que nunca mueren. Deleiba con sus mensajes reivindicativos amenizan nuestra hora de cenar y calientan los pies y los puños para dar paso a uno de los Grandes favoritos de la noche: llega Marea.
Las voces de los Navarros contaban con los seguidores más acérrimos, los cuales, pese a haber pasado un día de calor y bailes, se aglomeran frente al escenario principal olvidándose del hambre y del rocío de la noche para no perderse un minuto de las 2 horas en las que el grupo liderado por Kutxi Romero hizo vibrar hasta al mismísimo rio Miño. Pese a ser el concierto de mayor duración del día, parece que a todos los presentes, en este caso, La luna les supo a poco.
Con versiones de clásicos de Extremoduro pusieron punto final a las guitarras y a los ritmos cañeros dejando paso a la segunda parte de la noche.
Aparece Denom en el Escenario Fest Galicia con una puesta en escena que nos trasladaba a las mismísimas nubes. Ataviado con un chándal blanco roto, desdibujándose tras una neblina espesa y cubierto por una gran capucha nos recuerda que debemos estar agradecidos “ ¿Sabéis todos esos días que os levantáis sin motivos? Pues demos las gracias porque hoy no es uno de estos días!” – afirmaba, rapeando con la mano en el corazón Uno de esos días que no salen.
Denom rozando el cielo con la punta de los dedos
Su abrazo musical llego a todos los corazones cuando entonó su colaboración con los famosos Natos y Waor. Y es que el madrileño vive con el tiempo parado Por ti.
Como punto final, para los más entregados del mundo del rap, Toteking llena los oídos con palabras de revolución, de fuerza, de resistencia… divergencia…
El frio sube, pero la multitud parece no verse afectada viendo como uno de los considerados “reyes del rap” cuenta historias sobre las diferencias, sobre ser la reivindicación, sobre ser especial, sobre pelear…
Para clausurar este primer e intenso día donde, al final, no se apreció ni un atisbo de la tan anunciada lluvia, los más resistentes pudieron saltar con la electrónica de Dj Llonas que clausuraba un festival que promete traer muchas más sorpresas.
¡Mañana más!
Redacción: Gael Núñez Vázquez.
Tw: @gael_nv
