La banda madrileña se estrena en la mítica sala con ‘sold out’ dentro de la programación del Inverfest. Un concierto lleno de colaboraciones y sorpresas sirvió al cuarteto para presentar una nueva etapa que acaban de comenzar.
Eran más de las 21:15 cuando la calle San Dimas, en el corazón de Madrid, empezaba a llenarse de gente con latas de cerveza a las puertas de la conocida Sala Siroco. Todas y todos los que estaban allí compartían un planazo para esa noche de jueves: el concierto de los Featherweight dentro del Inverfest.
Algunos asistimos vírgenes de su directo, que no de su música. Y es que precisamente escuchar en casa sus dos EP autoproducidos fue lo que motivó a querer saber más de esta banda que se ha hecho hueco en la escena madrileña y cómo suenan en el escenario. Miguel (voz), Jorge y Juan (guitarras), Álex (batería) y Beto (bajo) completan la formación de directo de Featherweight .

Un concierto cargado de colaboraciones
Singularity fue el tema que abrió el concierto. Ya desde los primeros acordes pudimos ver volar sobre la gente a los que la euforia abraza con fuerza gracias a esa magia que provoca la música en directo. Con Overthrown, la banda llamaba al escenario al primer invitado del bolo: Aníbal, de Rococó.
La energía punk que desprende Promazine agitó las cabezas al ritmo de guitarras y ritmos de batería que nos hacían vibrar y gritar sin parar. Con Pretend llegó la segunda colaboración de la noche de la mano de Johnny Garso. Un tema en el que hasta Miguel, vocalista, no pudo resistirse a lanzarse sobre el público.
Featherweight reniegan de etiquetas, a ellos lo que les gusta es la música y por eso beben de muchas influencias y estilos. En su concierto escuchamos sonidos punk, emo, pop y rock. Temas con guitarras fuertes, presencia notable de bajo y batería y una voz melódica, algo que gusta mucho en los seguidores de los peso de pluma.

El set list fue avanzando con más colaboraciones y temas nuevos como Cada uno por su lado. La banda aprovechó la ocasión para presentar canciones inéditas que están por llegar y, por primera vez, en español. La fiesta llegaba a su fin en Siroco con una última colaboración con Salva de Altair, que subió al escenario para interpretar Sinking.
Para los bises, la banda se reservó uno de esos temas nuevos que vienen cargados de energía: No está. Y para terminar, no pudo faltar la potente Yard que hizo saltar y cantar a toda la sala con eso de «Ain’t no sunshine anymore». Se ponía fin así a una noche y un concierto emocionante de una banda que acaba de llegar y tiene mucho que contar. Que sigan volando, que nosotros queremos volar con ellos como si fuéramos una pluma.
