La derrota del conjunto norteamericano ante Francia pone de manifiesto la igualdad del Mundobasket y el escaso margen de relajación que deben tener las selecciones favoritas.
Han tenido que pasar trece años para que Estados Unidos tenga que catar el sabor amargo de la derrota en partido oficial. El verdugo ha sido Francia, rival que acabó con las ilusiones de la selección en el último Mundobasket, y para más inri, en cuartos de final.
La intensa concentración tuvo sus frutos y su máximo valedor fue Rudy Gobert, pívot de Utah Jazz. Su porcentaje de puntos y tapones causaron un efecto motivador contagioso. De este modo, todo un equipo que parecía que iba a sucumbir en el último cuarto puso la estaca definitiva.
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Llegó un momento en el que parecía que la fortuna les iba a acompañar del mismo modo ante Turquía. Sin embargo, la racanería tuvo el justo castigo para un conjunto que desprestigió el nivel FIBA.
El propio Ricky Rubio apuntó hace escasas semanas que las normas FIBA y el nivel europeo podían poner en entredicho el dominio norteamericano.
De aquí pueden nacer las excusas típicas poniendo los focos en la falta de estrellas. Sin embargo, uno puede afirmar rotundamente que la calidad de los estadounidenses está fuera de toda duda. Ser novato no es sinónimo de poder ser leyenda, ya que jugadores como Rose, Durant o Irving se hicieron grandes en las últimas Copas del Mundo.
Por lo tanto, podemos concluir que la colectividad y la seriedad a tiempo completo dan los frutos deseados. Francia está dando el máximo en cada torneo, independientemente del rival.
Ante este hecho, podemos retratar el ejemplo de una selección serbia que no se mostró contundente a la hora de la verdad. Entonces, el conjunto de Scariolo debe tomar nota sobre el encuentro disputado entre estadounidenses y galos.
No solamente puede enfrentarse a un rival que siempre ha generado grandes duelos entre países vecinos. También debe reflejar su juego en su pundonor durante el 100 % de los minutos.
Además, Estados Unidos se convierte en su fábula diaria para darse cuenta de que tener menor talento puede ser compensado trabajando en equipo, virtud a mejorar.
También necesita darse cuenta que no tiene que guardar nada en ningún tramo del encuentro. Siguen teniendo los mismos errores, pero frecuentaron en mayor medida ante Serbia y Polonia.
Sin embargo, en mi humilde opinión, la intensidad la están incrementando y dar el 100 % no va a asegurar su victoria ante una selección australiana que estará en estado de gracia.
