La tercera edad es un momento en la vida que todos tarde o temprano llegaremos y necesitaremos de cuidados y atenciones especiales más que nunca. Los ancianos no tienen las capacidades físicas ni de salud iguales que cuando tenían veinte años por lo que no pueden realizar sus tareas por si solos. A esta edad, necesitan de alguien que les ayude no sólo para la vida cotidiana sino para realizar actividades que ejerciten la mente y el cuerpo para mantenerse lo mejor posible dentro de los límites que marcan la edad.
Ante tal situación, se opta por las residencias. Las residencias como por ejemplo las Residencias de ancianos Albertia son una solución para la vida en la vejez. No es una solución únicamente para los ancianos sino también para los familiares cercanos que se estaban encargando hasta ese momento de cuidarles. En estas, dan una atención integral y ofrecen todo tipo de actividades y cuidados para el ámbito físico, mental, espiritual y social, garantizándose así una mejor vejez.
Pesé al gran servicio que ofrecen las residencias de mayores, aún muchas familias no saben si esas son las mejores opciones para sus familiares pues sienten que es deshacerse de ellos. Pero, también es entendible que no hay tiempo suficiente para hacerse cargo de las necesidades que tiene una persona de tercera edad y al mismo tiempo estar trabajando o llevando una familia entera.
Al llegar a la tercera edad cada persona tiene unas necesidades muy particulares y sus condiciones son totalmente diferentes por los que las decisiones también así lo serán. Es ahí la importancia de contar con un personal totalmente capacitado para reconocer el tipo de recurso que se necesita.
Las residencias de ancianos ofrecen una experiencia de confort que muy pocos sitios pueden igualar pues todos los servicios que tienen estas están enfocados para satisfacer las necesidades de las personas mayores a través de un equipo humano profesional con una gran experiencia. Además, estas cuentan con un equipo médico, de enfermería y rehabilitación que ante cualquier problema están disponibles para asegurar la salud de los residentes como psicólogos que ayudarán con distintas actividades de carácter terapéutico o lúdico.
El modelo de las Residencias de ancianos Albertia por ejemplo se basa en preservar la calidad de la vida de los usuarios desde el respecto a su singularidad, dignidad y autonomía, potenciando sus fortalezas y habilidades y facilitándoles el desempeño de sus proyectos vitales. Los cuidados favorecen las relaciones interpersonales con el resto de residentes y mantienen los lazos de unión con sus familiares basándose en la humanidad la empatía, el respeto y el cariño hacia los demás.