Este miércoles Sanidad ha registrado una ligera subida de afectados por coronavirus en el auge de la Semana Santa.
Nos encontramos ante una de las Semana Santas más inusuales de nuestra historia, en la que las calles denotan un silencio espectacular. Esta situación la ha generado el auge del COVID-19. Ya han sido demasiadas pérdidas independiente de toda clase y condición, demostrando que todo ser humano sufre la misma vulnerabilidad ante la muerte.
Es cierto que hay países como China que han comenzado a experimentar días sin muertes, sin embargo, continúan engrosándose las estadísticas de afectados y fallecimientos en España.
Después de haber disminuido la velocidad de contagios durante estos días, al ajustar los datos del fin de semana, este miércoles se ha visto un repunte en sus estadísticas. Más de 6.000 más personas afectadas, dejando la cifra en 146.690 afectados. El número de fallecidos han aumentado a 757, alcanzando los 14.555.
Una vez más, Madrid continúa siendo la comunidad que encabeza la lista de afectados y fallecidos (42.450). Cataluña (29.647) y Castilla-La Mancha (11.788) les secundan, dando muestras de la necesidad de la ampliación del estado de alarma en el territorio nacional.
Ante estas circunstancias y con el objetivo de seguir disminuyendo la curva de contagios, la Comunidad de Madrid ha procedido a la habilitación de dos hoteles como alojamiento temporal para personas mayores de residencias que no presentan sintomatologías propias del COVID-19.
Mientras tanto, toca buscar medidas para paliar la economía de la ciudadanía española. Por un lado, la ministra de Trabajo y Economía, Yolanda Díaz, ha señalado que el Gobierno destinará aproximadamente 1.100 millones de euros al pago de los ERTE. Dicha cantidad queda repartida de la siguiente manera: 820 para cubrir las prestaciones a los trabajadores afectados y en 280 para pagar las cotizaciones sociales de las que las empresas están exoneradas.
Sin embargo, la Oposición ha pedido medidas más contundentes a la hora de ayudar al sector de las pymes, proponiendo la supresión de las cuotas a los autónomos. Por otra parte, el Ejecutivo ha propuesto una moratoria, circunstancia que no ha beneficiado a la mayor parte de la ciudadanía. Dichos pagos serán aplazados y existen autónomos que no llevan escaso tiempo, viendo dificultadas su acceso a determinadas ayudas.
Sin duda, metafóricamente y literalmente, el futuro está en el aire.
