A lo largo de la historia del capitalismo, se crearon diferentes formas de proteger la propiedad privada, además de proteger al dueño de la casa. En el caso de que los o las inquilinas no paguen la renta de alquiler deberás realizar el proceso de desahucio por impago aquí explicaremos qué es eso y los diversos factores que existen.
Antes de adentrarnos en los factores de un desahucio por impago de rentas debemos conocer qué es un Desahucio por impago.
¿Qué es un desahucio por impago?
El desahucio por impago es un proceso legal que se ejecuta cuando el inquilino no cumple con los pagos estipulados de alquiler que se acordaron en el contrato de arrendamiento o el propietario de un inmueble no hace frente al importe de las mensualidades de la hipoteca que recae sobre él.
En la actualidad, existen tipos de desahucio por impago, que se diferencian por las acciones legales generan.
Desahucio por impago de alquiler
En el momento de arrendar un inmueble, es imprescindible tener claros todos los puntos del contrato, en especial las cláusulas relacionadas con el pago del alquiler, ya que evitará discrepancias en el futuro. Sin embargo, si se cumple con lo estipulado en el documento que regula el acuerdo, el arrendador cuenta con dos derechos primordiales, que son:
- Reclamar los pagos atrasados, siguiendo lo estipulado en el contrato si no se paga en tiempo y forma.
- Desalojar a los inquilinos y recuperar el inmueble.
La infracción más grave es que el inquilino siga en el inmueble, sin hacer frente al pago de la renta.
Se puede evitar el desahucio por impago de alquiler
Los inquilinos tienen una última oportunidad para que no sean desalojados por impago. La Ley de Enjuiciamiento Civil recoge en su artículo 22.4 que, si el arrendatario reembolsa la deuda y los posibles intereses existentes puede evitar que el contrato de alquiler se resuelva.
Se puede hacer este procedimiento siguiendo diferentes caminos:
- La transacción se le realiza a un notario en caso de ser un pago notarial
- A través de una cuenta judicial autorizada
- Directamente con el dueño de la casa frente a un juez o en la notaría.
La paralización del desahucio es un momento excepcional y solo se puede hacer una vez a lo largo del tiempo que dure el arrendamiento. También debemos conocer qué variables afectan a un desahucio.
Variables que afectan durante un desahucio
Este proceso involucra tres variables: el propietario, el juzgado y el inquilino.
El propietario
En este factor, el abogado del propietario será quien esté pendiente de todo el proceso. Ya que es un elemento esencial en este punto para que se agilice de manera más rápida el proceso de desahucio por impago.
Un abogado profesional con conocimientos y cualidades puede conseguir los mejores resultados. Porque puede conocer la respuesta del tribunal a cada carta que le envía casi en cualquier momento.
El juzgado
El funcionamiento del tribunal influye mucho si la salida del deudor se pospone o se acelera. La realidad es que, al tener tantos casos en los tribunales al ser muy grande. Suele ser un factor que ralentiza el proceso legal de echar al inquilino que no paga las cuotas de alquiler.
El inquilino
La duración de este proceso dependerá del tipo de comportamiento del inquilino. Cuando este recibe una demanda en su casa, puede solicitar o no justicia gratuita.
Si se solicita un defensor público, el proceso será más largo porque el juicio de nombramiento de un defensor público tarda entre 3 y 4 semanas o incluso varios meses. Si no se exige libertad de justicia, es incluso mejor, porque el proceso durará menos. Otro supuesto es si él se opone a la demanda.
Por lo que, si el arrendatario no se opone a la reclamación, no habrá juicio, esto hará que la expulsión no dure mucho tiempo en ejecutarse. Si se opone a pagar la deuda tiene que resolverlo con un abogado y un procurador, que se desarrollará en un juicio, haciendo que ese proceso de desahucio por impago se retrase.
Otra medida que hay que no hay que pasar por alto, es que el tiempo de ejecución del proceso puede verse afectado si el inquilino o los miembros de su familia se encuentran en un estado socialmente vulnerable o si hay menores residiendo en el inmueble.
En definitiva, la mejor manera de que las dos partes salgan bien de este proceso es utilizar un buen mediador. Que pueda ayudar a entablar un acuerdo entre el dueño del hogar y su inquilino. Es preferible la ayudad de diferentes expertos en estos casos.
