Portugal ha decretado el estado de alerta en todo el país para luchar contra el coronavirus. De esta manera, se pretende reforzar los medios de seguridad para poder actuar contra la pandemia de manera temprana.
Las autoridades portugesas han decretado el cierre de todos los colegios, guarderías y discotecas hasta Semana Santa. Además, se ha limitado la afluencia en restaurantes y centros comerciales con el objetivo de contener la expansión del virus. El país cuenta con 78 positivos y ningún fallecido por el momento.
El primer ministro, António Costa ha declarado que «esta es una lucha por nuestra propia supervivencia» tras un Consejo de Ministros en el que se han aprobado varias medidas para frenar la pandemia en el país. La primera de estas acciones es la suspensión de toda la actividad lectiva presencial en el país a partir del próximo lunes. Además se cerrarán las discotecas y «establecimientos similares» y se reducirá un tercio la capacidad de cada restaurante. También se van a imponer restricciones en los centros comerciales, donde se van a establecer limitaciones «de frecuencia».
Otra de las medidas que ha tomado el Ejecutivo de Portugal es que los cruceros solo puedan embarcar en las costas del país para abastecerse. En ningún momento se podrá producir el desembarco de pasajeros. Por otro lado, se van a limitar las visitas a las residencias de ancianos por ser este grupo especialmente vulnerable.
Costa ha advertido de que en Portugal la pandemia «aún no alcanzó su pico, por el contrario, está en fase de evolución» y que es «muy probable» que aumente el número de casos en las próximas semanas. «Este puede ser un brote más duradero de lo que se puede haber estimado inicialmente».
El Hospital São João de Oporto ha anunciado hoy que se va a suspender toda la actividad clínica no urgente con el objetivo de poder destinar mayor número de recursos a hacer frente al Covid-19.
El pasado miércoles ya se suspendieron todos los vuelos entre Portugal e Italia durante al menos dos semanas. Ese mismo día los Ayuntamientos de Lisboa y Oporto decidieron cerrar todos los museos, teatros y piscinas municipales hasta el próximo 3 de abril. En Braga se han suspendido todas las procesiones de Semana Santa.