Hablar de la National Hockey League como una de las cuatro ligas más grandes de Estados Unidos supone un hecho verídico para cualquiera que se le pregunte. A su vez, mencionar que este torneo ha desplegado incontables momentos históricos a lo largo de sus más de 123 años de vida es un acierto indudable para cualquier seguidor del hockey profesional más importante del mundo. No obstante, no todo lo mencionado dentro de esta liga puede considerarse color de rosa o color dorado, pues los problemas de disciplina o, más específicamente, las peleas entre los distintos equipos, han existido a lo largo de los años, dejando como consecuencia una imagen del deporte no muy agradable a los ojos de sus fans. Esta nociva tesitura ha sido recogida por un estudio de la casa de apuestas de hockey Betway, para ir como ha ido evolucionando a lo largo de los años.
De una manera más exacta, las llamadas faltas por incitación y las peleas a puñetazos ocurridos a lo largo de una gran cantidad de partidos han supuesto una premisa cotidiana para muchos fanáticos y hasta prensa especializada del torneo, llegando a no destacar como algo inaudito, sino que, más bien, se une al aspecto del juego agresivo, una característica muy común que poseen distintos equipos de la Copa Stanley. Sin embargo, muchos de estos comportamientos han estado cambiando. Con el pasar de los años, las regulaciones de la liga en pro de la reducción de las peleas y contactos agresivos entre jugadores han funcionado de una manera muy impresionante. De la misma manera, una cultura de no violencia se ha desplegado entre las esferas más altas del torneo, comenzando a denotar con repudio los eventos conflictivos que se repitan.
Con todo esto ocurriendo, podemos observar la reducción de pleitos dentro de las últimas temporadas en un más del 70%, esto si consideramos el período de tiempo entre 2010 y 2020. Con esta información obtenida y con solo 500 peleas registradas alrededor de toda la temporada anterior (en 2010 se vieron alrededor de 1.300), se espera que las consecuencias de menor tolerancia a estos eventos y mayores medidas disciplinarias sean adjudicadas a los equipos cuyos jugadores se vean inmiscuidos dentro de estas tretas.