La mítica serie japonesa está haciéndose un hueco privilegiado en el ambicioso proyecto de la plataforma norteamericana en streaming
Netflix se está convirtiendo en una fuente inagotable de recursos audiovisuales para todo amante de la Cultura cada vez más harto de las programaciones televisivas.
No solamente se han podido ver joyas de la corona como Las chicas del cable o Sex Education, también se ha realizado una llamada a la nostalgia con series que han marcado la infancia y adolescencia de una generación.
«Érase una vez», «How I meet your mother» o «Friends» son algunas de las series que nos han permitido viajar en el tiempo. Ante este repertorio, una de las producciones niponas más míticas, Pokémon, no iban a pasar inadvertidas.
La emisión de su mítica primera temporada y de las últimas enfocadas en la región Alola fueron la culminación de la masificación de la franquicia.
Este hecho provocó un paso adelante en la franquicia japonesa. Se ha comenzado a establecer un mayor realismo a los diversos proyectos emergentes.
Pokémon Detective Pikachu dio un salto de calidad debido al carácter en 3D de la película y por haberse desmarcado de la trama principal que reúne el anime.
Meses más tarde, Ash Ketchum ganó por fin la Liga Alola, rompiendo todos los memes que indicaban su carácter supuestamente perdedor. Al fin y al cabo, representa el valor de la resiliencia y la perseverencia.
Mientras aquel hito invitaba a la reflexión de marcado carácter escepticista, su alto contenido de Educación en valores se ha acentuado tras la nueva apuesta de Netflix.
La plataforma norteamericana ha optado por sacar un remake sobre la primera película Pokémon. La nomenclatura ha cambiado, denominándose «Pokémon: Mewtwo contraataca – evolución».
No podemos dudar de la trama predecible, pero cargada de connotaciones éticas que al mismo tiempo permite humanizar a diversas especies animales. Esta macedonia de grandes premisas se han visto ensalzadas gracias a los excelentes gráficos de la nueva producción.
Sin duda, la tercera década del Siglo XXI no dejará indiferente a nadie ante tanto cambio y la industria Pokémon no pretende pasar inadvertido.