Calor y frio. Dos polos opuestos que con el cambio climático cada vez son más habituales en nuestro día a día en España. Atrás dejamos aquellos años en los que podíamos disfrutar de cuatro estaciones y poco a poco estamos viviendo cada vez más únicamente dos, el verano y el invierno.
Las lluvias son una realidad en estos días. Es un buen momento para revisar que nuestra calefacción se encuentre correctamente para luego no tener un gran disgusto. No es para nada conveniente dejar para el último momento aquello referente al funcionamiento de la caldera de casa.
Las calderas antiguas con más de 14 años y que en la última temporada de calefacción han tenido alguna avería son proclives a dar problemas durante la siguiente campaña, dejando de funcionar en el momento que más se necesitan que es cuando más frío hace, ya que es entonces cuando más las hacemos funcionar.
Un mantenimiento preventivo de nuestras calderas contribuye a un mejor funcionamiento y un mejor rendimiento de las instalaciones de calefacción de nuestros hogares o locales empresariales. Principalmente, las calderas más instaladas actualmente y las más recomendables son aquellas de condensación aunque existen todavía muchas calderas antiguas del tipo atmosféricas y estancas funcionando en España.
Las calderas de condensación se tratan de una tecnología desarrollada en el sector de la calefacción que base su proceso como su propio nombre indica en la condensación, un cambio de fase de una sustancia en estado gaseoso a estado líquido. Esta, genera calor latente y permite ahorrarnos entre un 25 o 30 por ciento en el consumo de la energía.
Una de las mayores ventajas que tienen esté tipo de calderas es que ellas adaptan su potencia a las necesidades de cada instalación. No es lo mismo un hogar que un local. Por esta razón, se evita grandes arranques y paros continuados que permiten ahorrarnos combustible y por consiguiente un ahorro destacado de energía.
Muchas comunidades autónomas españolas, entre ellas la propia Comunidad de Madrid, con el objetivo de reducir la emisión de gases incentivó e incentiva a aquellas personas que deseen colaborar con el medio ambiente instalando calderas de condensación. Por esta razón puso en marcha un Plan Renove de Calderas de condensación con distintas ayudas económicas. Estas calderas emiten menos CO2 y NOx1 por lo que son calderas energéticamente eficientes.
Gracias a la técnica de condensación que utilizan estás calderas se aprovecha el calor de vapor que generan durante la combustión, por lo que estás calderas como hemos destacado antes consiguen una eficiencia estacional de un 93,5 por ciento frente al 80 que puede llegar a conseguir una caldera tradicional que cada vez su uso es más escaso. Vigilar y cuidar nuestra caldera es fundamental para luego, no llevarnos ningún disgusto.
