Vigo continúa registrando nuevos casos de incidentes en los autobuses Vitrasa, y en eventos como el día de las elecciones.
Han sido ya varios incidentes los que se han ido ocasionando en la ciudad de Vigo por la falta de uso de la mascarilla. Actualmente y desde este lunes, su uso es obligatorio en la mayoría de comunidades autónomas españolas. Entre ellas, es Galicia la que destaca, por su elevado importe que alcanza los 100 euros. Es por ello que los vecinos en Vigo han sido los protagonistas de varios episodios violentos en los autobuses Vitrasa. Hace tan solo un mes, dos conductores de transporte urbano recurrieron a la Policía Local para denunciar la actitud violenta de dos pasajeros que se resistían a ponerse el material de protección.
Los incidentes
El pasado sábado, a las 14:18, el conductor del Vitrasa que cubría el trayecto por la calle Jenaro de la Fuente informó que un pasajero se negaba, en estado agresivo, a colocarse la mascarilla. El individuo, un portugués de 62 años de edad, acabó accediendo y colocándose el material de protección.
Otro usuario fue reportado a las 11:22 horas del domingo por insultar al conductor ante el requerimiento de que utilizase la mascarilla. Sucedió en el barrio de Travesía de Vigo, donde se encontraba un inspector de Vitrasa que informó que el pasajero ya había abandonado el autobús.
Sin embargo, uno de los incidentes más graves sucedió durante el día de las elecciones a la Xunta de Galicia, este pasado domingo. El individuo en cuestión se negaba a emplear el requerido gel hidroalcohólico para poder entrar en el colegio electoral. Sucedió en el Colegio Salesianos Vigo, en el que un señor de 65 años, “increpó e insultó en un claro estado de alteración” a un agente que le indicaba, por el bien de todos, que debía respetar las medidas de seguridad.
“Por su tenaz negativa y la actitud de menosprecio, se le solicitó su DNI para la toma de datos, y proceder a su denuncia, negándose a facilitarlos en reiteradas ocasiones” explicaba la Policía Local. La situación empeoró cuando, el hombre, manifestó trabajar para el Sergas en el Hospital Álvaro Cunqueiro y amenazó al policía “si cayese en sus manos”.
Finalmente se identificó y tras haber votado, se retiró la mascarilla al pasar por el agente y “a menos de un metro del rostro realizó la última de sus amenazas”.