La Comunidad de Madrid prepara una nueva regulación para las VTC, con la que sus conductores deberán aprobar un examen muy similar al de los taxistas de Madrid. Con esta medida la comunidad pretende profesionalizar el sector
El consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras, Ángel Garrido, ha presentado ayer la propuesta de regulación en una reunión con los representantes del sector del Taxi y VTC en el Comité Madrileño de Transporte por Carretera. El objetivo de la consejería es establecer “un marco equilibrado de competencia que garantice el futuro tanto de los taxis como de las VTC, dos modelos de negocio que pueden y que deben, además, convivir». Desde la administración regional insisten en que “hay espacio para los dos”.
Garrido propone modificar la Ley de Ordenación y Coordinación de los Transportes Urbanos de la Comunidad de Madrid para «regular la actividad de las VTC como un transporte discrecional de viajeros, profesionalizar el sector, tanto para las empresas como para los conductores, y modificar y actualizar el régimen sancionador para perseguir con eficacia comportamientos que distorsionen la competencia».
Desde la Comunidad de Madrid defienden esta nueva medida, que supondrá la creación de una autorización regional para el transporte en vehículos con conductor y que estará condicionada por la proporción 1/30. Esto quiere decir que se aprobará una autorización VTC por cada 30 licencias de taxi, tal y como marca la legislación estatal a este respecto.
El examen
La nueve prueba constará de 100 preguntas test repartidas en cinco categorías: pruebas de carácter psicotécnico, marco jurídico, conducción racional y eficiente, salud y primeros auxilios y cultura general sobre Madrid. Además, se podrá añadir un sexto módulo de carácter voluntario en el que se deberán demostrar conocimientos suficientes de inglés.
Una vez aprobado el cambio en la norma, se prevé que el examen sea obligatorio para todos los conductores de VTC. Sin embargo, se establecerá una excepción a aquellos que acrediten haber desempeñado sus funciones durante un mínimo de seis años de forma ininterrumpida u ocho años con intervalos que no superen un total de cinco meses.
Desde la Consejería de Transportes también se contempla la posibilidad de que los conductores tengan que contar con un permiso de conducir tipo B con al menos un año de antigüedad, tal y como se exige para los conductores de taxi. Asimismo se obligará a que los profesionales del VTC realicen un curso de formación para actualizar sus conocimientos cada 5 años.
Prohibido captar viajeros en la calle
La nueva regulación establecerá que no se puedan captar viajeros de VTC en la calle, dejando claro que este tipo de vehículo no pueden permanecer estacionados para captar usuarios que no hubieran contratado previamente el servicio.
De esta forma, los coches VTC no podrán circular ni estacionar en aeropuertos, estaciones de ferrocarril o autobús, hoteles, hospitales y centros comerciales. Tampoco podrán hacerlo a menos de 100 metros de espacios con gran concentración de personas, como eventos culturales, deportivos, musicales o sociales, sin haber sido contratados previamente.