La Hermandad de Caballeros Legionarios de Barcelona fue recibida entre gritos por antisistemas de la CUP y los CDR. No obstante, en Málaga fueron recibidos entre ovaciones y aplausos
Miembros de la Hermandad de Caballeros Legionarios de Barcelona han desfilado finalmente en la procesión del Jueves Santo de Palafolls (Barcelona), pese a la protesta convocada por los antisistema de la CUP y los CDR. Los Mossos d’Esquadra han desplegado un fuerte dispositivo policial que ha impedido a los manifestantes llegar hasta el recorrido de la Procesión de la Virgen de los Dolores y el Cristo de la Buena Muerte por el casco histórico de la localidad. Los CDR habían difundido una convocatoria en la que afirman: “Este jueves la Hermandad de Caballeros Legionarios viene a Palafolls para hacer una procesión. No podemos permitir actos fascistas en los Países Catalanes. Ven y muestra tu rechazo”, según ha recogido Ok Diario.
Por una parte, los legionarios han sido recibidos en su desfile por la localidad entre gritos de “¡fuera, hijos de puta!”, «fuera la Legión de nuestros barrios», «las calles son y serán siempre nuestras» y «fuera fascistas». Por otra parte, una multitud de exlegionarios han apoyado a sus compañeros cantado el himno de la Legión, «El novio de la muerte», y coreando «viva España» y «no queremos ‘perroflautas'».
El alcalde del Partido Socialista de Palafolls, Valentí Agustí, ha anunciado que el año que viene celebrará una consulta para que los vecinos voten si debe prohibirse la presencia de la Legión en la procesión.
Otro icono que hemos podido encontrar en la procesión legionaria de Semana Santa Málaga, es a un niño de cuatro años, Yoel Extremera, acompañando a sus padres vestido de legionario en el desfile para contemplar la procesión del Cristo de la Buena Muerte. El niño portaba un chapiri y llevaba al hombro un G-36 hecho de cartón. El vídeo del joven ha llegado a redes sociales como Facebook y Youtube con miles de reproducciones. Según ha desvelado su padre en un artículo a La opinión de Málaga, «Desde pequeño nos sorprendía que demostrase tanto interés por los desfiles de los legionarios. De ahí que uno de sus tíos, al verlo imitarlos usando una escoba, decidió comprarle un traje a medida».